Un terremoto de 3,2 grados alerta a vecinos del Sobirà

La noche del domingo se registró a las 23.51 horas un seísmo con epicentro en de Baiasca a una profundidad de 11 kilómetros y alcanzó una intensidad de 3,2 sobre diez en la escala de Richter, según el Instituto Geográfico Nacional de España. El temblor de tierra, que se percibió en varios municipios del Sobirà como Espot, Llavorsí, Sort, Escaló, Alós o Rialp, no ocasionó daños personales ni materiales, según corroboraron tanto vecinos y alcaldes de localidades afectadas como los servicios de emergencias. De hecho, no recibieron ningún aviso derivado del seísmo. El terremoto sí provoco alarma y desconcierto entre quienes lo sintieron. El alcalde de Baiasca, Jordi Fillet, explicó que no notaron el temblor, pero sí mucho ruido, “salimos a la calle pensando que se había derrumbado alguna pared por el fuerte estruendo, aunque no notamos temblor”. Mientras, en Espot vecinos notaron moverse las mesas y las camas y un estruendo muy fuerte. La misma sensación tuvieron en Llavorsí, donde notaron una gran sacudida dentro de las viviendas. El alcalde de esta población, Josep Vidal, aseguró que en el momento del temblor pensó que había pasado algo grave por la intensidad de la sacudida. Precisamente, en la Alta Ribagorça también se notó el seísmo y algunos vecinos de Boí sintieron el temblor. De hecho, el terremoto podría ser el causante del desprendimiento de una roca de grandes dimensiones en la L-500 en Boí la madrugada del domingo al lunes, según el alcalde de La Vall de Boí, Joan Perelada. El pasado viernes 27 de abril, se registró otro de intensidad de 1,7 con epicentro en La Vall de Boí.