El chófer de la furgoneta de la C-12 se autolesionó tras el choque frontal

El conductor de la furgoneta que falleció el domingo en el choque frontal en el Eix de l’Ebre (C-12) a su paso por Llardecans, y en el que también murieron dos personas que iban en el otro vehículo, se autolesionó tras el siniestro. E.V.F., vecino de Lleida y de 39 años, salió del furgón tras el siniestro y se hizo varios cortes con un objeto punzante en diferentes partes del cuerpo, según informaron varios testigos. El hombre, que conducía una furgoneta de asistencia en carretera, acabó muriendo antes de llegar al hospital.

Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación y no descartan ninguna hipótesis, entre ellas que el choque pudiera ser intencionado por parte del chófer de la furgoneta. Circulaba en dirección a Flix, invadió el sentido contrario y acabó chocando frontalmente contra un turismo en el que viajaban tres personas. Fallecieron el conductor y la ocupante posterior. El primero era V.C.G., un mosso d’esquadra de 50 años de la comisaría de Lleida que estaba fuera de servicio y que era vecino de Alpicat. La otra víctima era su cuñada, M.R.H., vecina de Golmés de 64 años. La copiloto, pareja del conductor y hermana de la pasajera trasera, sufrió heridas y fue evacuada al hospital Arnau de Vilanova, y ayer evolucionaba favorablemente. Regresaban de una comida familiar en Ascó.

En 2012 hubo tres siniestros en Artesa de Segre, Oliola y Juneda con tres fallecidos

Por su parte, los Mossos transmitieron ayer través de su cuenta de Twitter el pésame a los familiares del agente y a las otras dos personas que perdieron la vida en el trágico accidente.

Primer accidente con tres víctimas desde 2012 Las carreteras de las comarcas de Lleida no registraban un accidente con tres víctimas mortales desde el 11 de agosto del año 2012, cuando tres personas de nacionalidad francesa perdieron la vida después de que el coche en el que viajaban sufriera una salida de vía en la carretera C-14 a su paso por Artesa de Segre. Ese año, el peor de esta década en Ponent y que se cerró con un balance de 54 fallecidos, hubo otros dos siniestros con tres víctimas mortales. El 8 de abril en la carretera L-313 en Oliola, en una colisión frontal entre dos turismos, y el 19 de abril en la carretera N-240 a su paso por Juneda, en un choque en el que se vieron implicados dos camiones y una furgoneta. En el primer caso los fallecidos eran de nacionalidad andorrana mientras que en el segundo eran vecinos de Golmés, Mollerussa y Benavent de Segrià.