TORMENTAS EL DÍA DESPUÉS
El barrio antiguo de Balaguer reclama obras para evitar inundaciones
Almacenes, locales y bajos de viviendas seguían anegados ayer tras la lluvia del lunes || El ayuntamiento cree que las obras de la calle Botera y reformas en otras vías contribuirán a evitar estos perjuicios
Almacenes y locales comerciales de la calle Banqueta de Balaguer seguían ayer anegados tras la tormenta del lunes, mientras la brigada municipal retiraba el barro acumulado en la plaza Mercadal y la calle Gaspar de Portolà, ambas cerradas al tráfico. Procedía de las obras de la calle Botera, donde vecinos achicaban agua de los bajos de sus casas con cubos. Allí los desperfectos obligarán a rehacer parte de los trabajos. Los afectados recordaron las inundaciones de 2016 y lamentaron que se repiten con cada aguacero. Lo atribuyen a que el alcantarillado no tiene capacidad para evacuar este caudal y al hecho de que la barandilla de la calle Banqueta actúa como un dique, impide que el agua fluya al río y agrava los daños en edificios. Por ello, reclamaron obras para mejorar el drenaje de las lluvias, mientras que el ayuntamiento afirmó que las está incorporando ya a medida que reforma las calles.
A la espera de evaluar los daños, los afectados explicaron que la lluvia ha echado a perder productos como alimentos en el almacén de un supermercado y papel de una papelería, entre otros. Càritas Balaguer, por su parte, tiró piezas de ropa donada para los necesitados que quedó cubierta de barro. Sin embargo, todos coincidieron en señalar que los desperfectos han sido inferiores a los de la inundación de 2016. El ayuntamiento, por su parte, renovará el agua turbia de la piscina cubierta antes de reabrirla, algo que llevará más de una semana.
El alcalde, Jordi Ignasi Vidal, explicó que las obras de la calle Botera incluirán una tubería de un metro de diámetro para separar el caudal de la lluvia de las aguas residuales y conducirlo al río. “Una vez esté acabada la situación mejorará”, apuntó, e indicó que prevén hacerlo también en la calle Santa Maria. Señaló que tanto estas conducciones como medidas para hacer más permeable la barandilla del río responden a un “problema urbanístico” que el consistorio deberá resolver en la medida que su presupuesto lo permita. Por otra parte, apuntó que “este año hemos tenido cuatro grandes tormentas cuando antes pasaban años entre una y otra”.