AGUAS NUEVOS REGADÍOS
La comunidad del Segarra-Garrigues plantea penalizar con un canon las tierras yermas
Para incentivar que sus propietarios las vendan o las alquilen para trabajarlas || Al constatar que el abandono de parcelas dificulta alcanzar el 60% de adhesiones necesarias para instalar el regadío
La comunidad de regantes del Segarra-Garrigues plantea a la Generalitat penalizar con un canon las tierras yermas para facilitar que sus propietarios las vendan o las alquilen. Así lo explicó ayer el presidente, Josep Maria Jové, quien argumentó que el abandono de las parcelas en las nuevas zonas regables impide alcanzar el mínimo del 60% de adhesiones necesarias para que el Ejecutivo catalán ponga en marcha la implantación del riego. Para Jové, la situación “perjudica a los agricultores que quieren regar y también a los que se incorporan al campo y no pueden acceder al cupo mínimo de tierras para plantearse una explotación agraria”. “En definitiva, merma el potencial de toda la comunidad de regantes”, concluyó.
La propuesta de penalizar la tierra yerma se inspira en el gravamen que algunos municipios aplican a viviendas vacías. “Es algo que podemos plantear, pero la decisión corresponde a la Generalitat, que es a quien corresponde aprobar la nortmativa”, indicó. Aplicar esta medida para facilitar su puesta en riego se planteó la semana pasada en una reunión del consell de les Garrigues, una comarca donde, según explicó Jové, la tierra improductiva supone entre el 20% y el 25% del total en las zonas regables.
Una ampliación de riego de 609 hectáreas está parada a falta de sumar 18 más para alcanzar el mínimo exigido
La comunidad destinará su superávit de 118.000 euros a saldar parte de su crédito de 1,5 millones
Jové puso como ejemplo la ampliación del riego que está sobre la mesa en Castelldans. Afirmó que en este municipio se han conseguido hasta ahora el 57,7% de adhesiones para que la Generalitat apruebe el proyecto y que solo faltan 18 hectáreas para alcanzar el 60% requerido.
“De ello depende una ampliación del riego de 609 hectáreas que ahora está paralizada”, recalcó el presidente de la comunidad. En este sentido, Jové cuestionó también que el Ejecutivo catalán aplique este criterio único para poner en marcha la red de distribución de agua (“algo que cuesta mucho dinero”, recordó) incluso “en las zonas económicamente más deprimidas, donde la gente no va precisamente sobrada”.
Aparte de gravar las fincas improductivas, el presidente de la comunidad de regantes apuntó también a otras alternativas posibles para alcanzar este mismo objetivo. Así, explicó que en Navarra se permutan las parcelas en regadío que sus propietarios no cultivan por suelo fuera de las zonas regables. Asimismo, planteó la posibilidad de impulsar un banco de tierras desde las cooperativas que facilite a los jóvenes agricultores el acceso a tierras.
El presidente explicó que, tras la finalización del pantano de L’Albagés, se ha iniciado la promoción del regadio en los sectores 10, 11 y 14, con 4.898 hectáreas en Granyena, El Soleràs, Els Torms, El Cogul y L’Albagés. Si bien está pendiente el proyecto complementario de medidas de prevención de riesgos del embalse, el presidente explicó que si consiguen el 60% de adhesiones y la Generalitat diera luz verde al proyecto este mismo año podrían iniciar los trabajos de la red de distribución. Según Jové, en la presentación del proyecto se han conseguido el 10% de adhesiones. Recordó que en Verdú, el pueblo donde hay más adhesiones (mil hectáreas de las 7.000 donde ya riega el canal), se está llevando a cabo una cuarta ampliación de riego.
A la espera de más riego tras las obras de L’Albagés La comunidad del Segarra Garrigues celebró ayer en Tàrrega su junta general ordinaria, en la que presentaron las cuentas con un saldo positivo de 118.000 euros. Este superávit se destinará íntegramente a rebajar el crédito pendiente de 1,5 millones.