Las lluvias marcan otro récord con hasta 500 litros/m

Las lluvias confirmaron ayer en Lleida niveles récord no registrados en décadas al superarse entre marzo y mayo los 500 litros por metro cuadrado en municipios como El Pont. Ayer se sobrepasaron los 30 litros/metro cuadrado en varios municipios de Lleida y en la capital las precipitaciones causaron varias incidencias, como la caída de un árbol.

Nunca llueve a gusto de todos, pero en países mediterráneos lo hace además con extremos. Este año, por exceso, y a tres días de finalizar mayo hay municipios como El Pont de Suert que alcanzan cifras de récord no registradas en décadas, según señalaron fuentes del Servei Meteorològic. Entre el 1 de marzo y ayer, la capital de l’Alta Ribagorça ha superado los 500 litros de agua por metro cuadrado, pedrisco incluido. Según la misma fuente, el día más lluvioso en El Pont fue el 25 de abril, cuando cayeron 67 litros por metro cuadrado en forma de lluvia y granizo. Pero ha habido otros registros en la localidad de 40 litros en un día o de 25. Del mismo modo, en alta montaña se han superado también los 500 litros por metro cuadrado en varios puntos más.

Otros pluviómetros en Lleida que han alcanzado puntas extraordinarias son los del barrio de la Bordeta en la capital, con 143 litros por metro cuadrado desde el 1 de marzo (por encima de la media histórica), los 247 litros de Vallfogona de Balaguer o los 82,5 litros acumulados en Mollerussa solo durante el mes de abril. En este caso, la cifra es el doble que la de la media histórica del mismo mes, según datos del Canal d’Urgell. Estas cifras señalan que de enero a abril de este año han caído en la capital del Pla 222 litros por metro cuadrado frente a los 127 de la media registrada desde 1945. De hecho, hay que remontarse hasta el primer cuatrimestre de 2009 o de 1977 para encontrar un volumen de agua similar en este municipio.

Protección Civil mantiene la alerta del Inuncat por riesgo de inundaciones en el Garona y el Ribagorçana

La acumulación de agua tiene consecuencias positivas, especialmente para el campo, la próxima temporada de setas y las reservas de los pantanos. La cruz de esta situación, sin embargo, se centra sobre todo en la inestabilidad de montañas y subsuelos. Varias carreteras han sufrido graves desprendimientos de laderas (el peor dejó dos fallecidos en la carretera secundaria de Castell de Mur) e incluso el hundimiento de calles. El alcalde de El Pont de Suert, José Antonio Troguet, evidenció ayer su preocupación por carreteras como la que va a Gotarta, donde se han percibido movimientos en la montaña. Destacó que la reforma global de la vía costaría 2,5 millones de euros y anunció que han encargado un estudio al Institut Geològic para que analice el terreno y concluya si el acceso debe sustituirse.

La lluvia registrada ayer dejó más de 30 litros en municipios como Lleida, Camarasa u Organyà y causó varias incidencias. La más importante, la caída de un árbol en barrio de el Secà de Sant Pere, junto a un puesto de la ONCE, sin provocar víctimas. José Larruy, testigo de lo ocurrido, explicó que el árbol llevaba tiempo inclinado y que, minutos antes, un autobús golpeó una de sus ramas. “Estaba con otra persona hablando precisamente de que parecía estar más inclinado cuando de pronto cayó”, explicó.

La tormenta de ayer dejó pedrisco en Torregrossa y El Palau d’Anglesola, aunque sin daños ya que cayó mezlcado con agua. Protección Civil mantuvo activado el Inuncat en fase de alerta por posibles inundaciones en el Garona y el Noguera Pallaresa.

Desvían el tráfico en varias calles y la grúa rescata dos vehículos La Paeria mantuvo cerrados los accesos a la canalización por las lluvias, que provocaron una decena de incidencias. Dos turismos quedaron atrapados en el agua y tuvieron que ser rescatados con una grúa. Al mediodía, la Guardia Urbana desvió el tráfico en la avenida del Segre bajo del puente del tren por acumulación de agua un cuarto de hora y en la calle Almería quedaron atrapados los dos coches. También se averiaron semáforos en Paseig de Ronda con Humbert Torres y en la calle Mariola se tuvieron que limpiar los sumideros. También se detectó un movimiento en el pavimento del parque infantil Lo Marraco, y se cayó un pino de la plaza del Secà de Sant Pere (ver texto central).