Aran y Generalitat reclaman la variante oeste de Vielha para reducir el impacto ambiental

El Conselh Generau, la Generalitat, la diputación de Lleida y el ayuntamiento de Vielha reclaman al ministerio de Fomento la variante oeste de la capital aranesa en la nueva N-230, con un túnel de 5,2 kilómetros por debajo del bosque de Baricauba. Esta es la propuesta que se recoge en las alegaciones conjuntas que han presentado las cuatro administraciones a la alternativa de Fomento para la mejora de esta carretera. El Síndic de Aran, Carlos Barrera, explicó ayer que el ministerio “está volviendo a insistir con una propuesta de 1997 que los alcaldes de Aran ya rechazaron en 2002 y se les presentó la misma alternativa”. La propuesta de las administraciones es la construcción de una vía de tres carriles paralela a la actual N-230 desde la boca norte del túnel de Vielha hasta el Parador (5,1 km), donde empezaría el túnel de Baricauba, que terminaría en Pont d’Arròs, unos tres kilómetros más cerca de la frontera con Francia que el proyecto de Fomento. Esta alternativa contempla un presupuesto de ejecución de 280 millones de euros, frente a los 84 que costaría la alternativa de Fomento, que desvía la variante de Vielha al este, hasta la C-28 en Betren. Barrera aseguró que esta propuesta supone una “agresión medioambiental inaceptable” y que la actuación que ellos ponen sobre la mesa supone “mejorar esta vía sin que suponga hundir turísticamente Aran” con la construcción de grandes viaductos. Por su parte, el presidente de la Diputación, Joan Reñé, se mostró confiado en que Fomento “atenderá” sus peticiones y “hará suya” esta propuesta para “aparcar las cuatro alternativas que plantean” desde el ministerio. El alcalde de Vielha, Juan Antonio Serrano, aseguró que piden a Fomento que presente una alternativa que contemple el túnel y trabaje en una segunda fase para construir variantes en Les y Bossòst.

Por otra parte, el departamento de Territorio de la Generalitat invertirá 1,7 millones de euros en instalar pantallas de protección para los motoristas en ocho carreteras catalanas, entre las que se encuentra la C-462, que va desde Solsona hasta el pantano de la Llosa del Cavall.