Avanzan a junio la apertura de la vía de Castell de Mur

La retirada de las 60.000 toneladas de rocas caídas sobre la carretera que une Castell de Mur y Sant Esteve de la Sarga (LV-9124) se iniciará a partir del lunes, un mes y medio después del desprendimiento del risco junto a la calzada que provocó la muerte de dos personas. Estos trabajos se iniciarán una vez estabilizada la ladera con la instalación de mallas para evitar la caída de más rocas. Así lo explicó ayer el presidente de la Diputación, Joan Reñé, quien expresó su confianza en poder restablecer el tráfico hacia finales del próximo mes de junio, frente a las previsiones iniciales que apuntaban al mes de julio. Esta actuación supondrá una inversión que se estima entre 430.000 y 450.000 euros.

Retirar las rocas que obstruyen la carretera requerirá unos 5.000 trayectos de camiones y el ente provincial busca posibles emplazamientos para depositarlas y evitar transportes excesivos a vertederos. La prioridad será reabrir el paso de vehículos y, posteriormente, la Diputación abordará trabajos para reducir el impacto paisajístico que ocasionó el derrumbe. Así, está previsto repoblar los terrenos bajo la carretera con vegetación autóctona.

En cuanto al camino alternativo habilitado al día siguiente del desprendimiento desde el pueblo de Moror hasta Cellers, las lluvias de las últimas semanas han dificultado el paso de vehículos por la acumulación de barro. Reñé reconoció que este trayecto, que aprovecha caminos ya existentes, está en mal estado, si bien recordó que se trata solo de una solución provisional a la espera de poder reabrir la carretera. El presidente hizo estas declaraciones tras una visita al lugar del derrumbe.

Por su parte, el alcalde de Sant Esteve de la Sarga, Jordi Navarra, dio cuenta ayer en su perfil de la red social Twitter de nuevos desprendimientos de tierra y piedras de menor magnitud en tramos de otra carretera de titularidad municipal, algo que ha sucedido a lo largo de los últimos meses.