Alcaldes crean un lobby para reclamar mejoras ya en la N-230

Alcaldes y representantes de corporaciones locales de Lleida y Huesca acordaron ayer constituir una plataforma de presión para pedir que se agilicen las mejoras que los ayuntamientos reclaman para la N-230 para reducir su alta siniestralidad. La reivindicación se produce tras un invierno y una primavera negros para las carreteras de montaña, con numerosos desprendimientos de ladera que han disparado su peligrosidad y con un nuevo incremento del volumen de camiones tras finalizar la restricción de su paso en Francia. La decisión de crear esta plataforma surgió durante una jornada organizada por la diputación de Huesca y la asociación esMontañas. El presidente de esta entidad, el aranés y diputado provincial Francés Boya, explicó que “los territorios de montaña aspiramos a ser algo más que territorios de paso, queremos articularnos para preservar lo que compartimos”. La demanda se extiende a la red viaria de estas comarcas. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, apuntó que “disponer de infraestructuras que permitan la actividad económica y eviten la desertización forma parte de los derechos de las personas que viven en territorios poco poblados y de montaña”.

Por otra parte, el alcalde de Sant Esteve, Jordi Navarra, presentó ante miembros de los partidos con representación en la Diputación, el Parlament, los consistorios vecinos y el consell del Jussà una declaración para solicitar una solución de mejora de los accesos a núcleos de población del Pallars y que se traspase la titularidad de estas vías a administraciones superiores tal y como pidieron el Jussà y Sobirà. Navarra apuntó durante una visita a la carretera LV-9124 (donde perdieron la vida sus padres tras un desprendimiento de rocas) que este es el primer paso para unas mejores carreteras. La CUP solicitó también el traspaso de estas vías.