Primeros robellones en el Pirineo, que se llena de 'boletaires'

Los boletaires ya llenan los bosques del Pirineo después de que las intensas lluvias registradas desde mediados del pasado mes de abril hayan propiciado que las setas de primavera y también el robellón proliferen de forma atípica durante esta época en las comarcas de montaña. La abundancia de setas se ha hecho notar en la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà, donde los bosques comienzan a llenarse de boletaires los fines de semana. Según el presidente del consell de la Alta Ribagorça, Josep Lluís Farrero, “en los últimos días se ha notado la presencia de aficionados poco habitual para una temporada de setas de primavera normal”. El técnico responsable de bosques en el Centre Tecnològic Forestal del Solsonès, Juan Martínez, confirmó esta situación e indicó que las precipitaciones, sumadas a una subida de las temperaturas durante estos últimos días son la causa principal de que hayan comenzado a salir los primeros robellones (que aparecen normalmente a finales de verano, por lo que la temporada se ha avanzado por la meteorología), aunque también han aparecido ‘ceps’, ‘carreretes’ y ‘rosinyols’. Elisabet Campi, de Natura Bolets de Montferrer i Castellbó, apuntó que este es un hecho “excepcional” que no se veía “desde hace 8 años, como mínimo”. Según Martínez, esta campaña de primavera podría ser incluso mejor que la pasada temporada de otoño, que comenzó tarde por el calor y la sequía e hizo que la producción no llegara a un índice normal, que es de unos 60 kilos por hectárea. Los expertos calculan que las setas se mantendrán durante todo el mes de julio ya que el suelo está todavía muy húmedo y se espera un aumento de las temperaturas. No obstante, Martínez recordó a los aficionados que la proliferación afecta a todas las especies “tanto buenas como nocivas”, por lo que pidió cautela a la hora de la recolección para no coger especies venenosas. Campi remarcó que los primeros “bolets” se venden a un precio que oscila entre los 16 y 18 euros el kilo, si bien reconoció que al ser fuera de temporada, los precios pueden subir y llegar a los 25 euros el kilo. La campaña habitual de “bolets” se desarrolla entre finales de agosto y primeros de diciembre, aunque también es habitual que salgan por las lluvias de primavera pero no en tanta cantidad como este año. La mejor campaña de ‘bolets’ fue la de 2014, mientras que la del pasado año fue bastante escasa.