Linyola denuncia a un ganadero por un vertido de purines en una acequia local

El ayuntamiento de Linyola denunció ayer al propietario de una granja de vacas del mismo municipio ante la sospecha de que los purines que acumula la instalación se vertieran a la acequia y que, de esta manera, puedan llegar al río Ondara. Por este motivo, los agentes rurales visitaron ayer al propietario de la granja para tomar muestras de agua de la acequia afectada y enviarlas al Instituto Nacional de Toxicología y la Fiscalía, que evaluarán la gravedad de los hechos y determinarán si se trata de un delito medioambiental y debe iniciarse un proceso penal o abrir un expediente sancionador. El propietario se defendió asegurando que el vertido fue accidental.

El alcalde de Linyola, Àlex Mases, remarcó que dicho vertido podría afectar a fincas próximas de otros agricultores y a la fauna de la acequia. Se trata de especies de peces autóctonos que forman parte del catálogo de especies protegidas. Hacía años que no se había visto ningún ejemplar en la zona y ahora han reaparecido, por lo que el consistorio quiere protegerlos y también recuperar el tramo de esta acequia, de unos 3 kilómetros, por su elevado interés natural y paisajístico. Por este motivo, están previstos trabajos de limpieza y restauración de la zona degradada, así como también plantar árboles. Asimismo, el consistorio trabajará para elaborar un plan de usos y gestión para unificar criterios que ayuden a dar valor a la zona y definir sus usos agrícolas y medioambientales.