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CARRETERAS PROYECTOS

El Govern baraja unos veinte proyectos para mejorar los accesos al Pallars

El objetivo es acordar con las instituciones locales qué obras se pueden priorizar

Imagen de archivo de la entrada al collado de Comiols.

Imagen de archivo de la entrada al collado de Comiols.SEGRE

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La conselleria de Territorio bajara una veintena de proyectos para mejorar los accesos desde Lleida y desde Barcelona a los Pallars, unas de las comarcas peor comunicadas de Catalunya. Entre ellos destacan las variantes en los principales municipios y también la reforma de carreteras como la que cruza el collado de Comiols, pendiente desde hace años.

La Generalitat ha puesto sobre la mesa una veintena de proyectos diseñados recientemente o recopilados en los últimos años con el objetivo de mejorar las conexiones con el Pirineo a través del Pallars Jussà y el Sobirà tanto desde Lleida como desde Barcelona.

La previsión de la conselleria de Territorio es poner en manos de las instituciones locales todas las opciones y llegar a acuerdos sobre cuáles deben ponerse en marcha y con qué calendario, es decir, cómo se priorizan teniendo en cuenta que las inversiones son millonarias en todos los casos, que las arcas públicas a penas se han recuperado de la crisis y probablemente nunca serán las que fueron hace veinte años y que en algunos casos se trata de proyectos con un impacto ambiental considerable. El principal ejemplo de todo ello es el acceso al Pallars desde la Noguera por el collado de Comiols (ver desglose inferior), probablemente la principal asignatura pendiente del Govern de accesibilidad en el Pirineo.

Se trata de hasta 19 proyectos de reforma distribuidos en nueve rutas, dos de las cuales parten de Lleida y Balaguer (llegan al Pallars por Àger o por el Doll) y las otras siete proceden de Barcelona y pasan por Cervera, Calaf o Tàrrega y por Ponts, Agramunt, Artesa o Balaguer, hasta llegar a Sort por Comiols, por la C-12 o por la C-13. En estos itinerarios, los tramos de carretera pendientes de reforma situados más al norte tienen un volumen de tráfico de entre 3.000 y 5.000 vehículos diarios, pero hacia el sur se dispara hasta los 10.000 (en Ponts, por ejemplo). La mayoría de los proyectos son variantes y se diseminan entre las carteras C-13, N-260, C-53 y C-14. De hecho, uno de los proyectos, la variante oeste de Balaguer, ya es una realidad y se inauguró hace solo unas semanas, mientras que la carretera C-53 de Tàrrega a Balaguer por Bellcaire es objeto también de varias intervenciones. También destacan proyectos como la ronda de Gerri de la Sal, dependiente del ministerio de Fomento y que, de hecho, comenzó a construir y luego aparcó por la polémica a raíz de la inestabilidad de la montaña que debía perforarse. Se sustituyó por una reforma de la travesía.

Comiols, el gran debate sobre el túnel que pide el territorio

Tras las reformas de los accesos al Pallars Jussà por el Doll (C-13) y por Àger (C-12), el paso de Comiols centra todas las atenciones. Los alcaldes reclaman un proyecto que solucione las actuales dificultades de la carretera. La Generalitat descartó hace años construir el largo túnel que los ediles reclaman y lo sustituyó por cinco pequeños pasos subterráneos y varios viaductos. Los últimos estudios contemplan cuatro alternativas para el nuevo acceso de Comiols, entre Artesa de Segre y Tremp, la actual C-1412b. Las cuatro alternativas barajadas implican distintos trazados y dos de ellas supondrían un impacto severo por su afectación al PEIN del Montsec.

Según los estudios de la conselleria de Territorio, el resumen de las opciones para esta nueva vía es la alternativa que prioriza el túnel reduce la longitud de esta carretera de 29,4 kilómetros a 25,3, supone una inversión de 300 millones de euros e implicaría un ahorro de tiempo equivalente a 6,4 millones de euros. En cambio, si se opta por mantener el trazado de la C-1412b mejorándolo, la inversión se reduciría a 180 millones de euros; la longitud del tramo pasaría de 29,4 kilómetros a 27,4 kilómetros y el ahorro de tiempo se quedaría en cinco minutos. En ambos casos, la velocidad de circulación sería de 90 kilómetros por hora en un acceso que tiene un tráfico de alrededor de 1.300 vehículos diarios, muchos de los cuales cubren trayectos locales. Los alcaldes deberán negociar ahora qué opción priorizan para el reclamado acceso por Comiols.

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