AGRICULTURA EMPRESAS
Las comarcas de Lleida tienen 26 granjas de caracoles, más del doble que hace diez años
Con capacidad para producir casi 11 millones de ejemplares, son el 25% de las explotaciones que hay actualmente en Catalunya || La Segarra, el Segrià y el Urgell, tres de las comarcas con más producción
Las comarcas de Lleida ya cuentan con 26 granjas de cría y engorde de caracoles, más del doble que hace diez años, cuando eran solo 10, y tienen capacidad para producir 10.721.136 ejemplares. Estas explotaciones representan más del 25% de las que existen en Catalunya (un total de 98). Asimismo, la Segarra, el Segrià y el Urgell son tres de las comarcas catalanas más importantes a nivel de producción, según datos de la conselleria de Agricultura. Estas instalaciones deben someterse a los mismos controles que la conselleria de Agricultura aplica a las granjas de ganado tradicionales y deben cumplir unos requisitos de higiene y mantener las condiciones de alimentación de los animales, entre otros requisitos. Además, la normativa exige que los caracoles estén sanos, limpios de arena y tierra y vivos para poder comercializarse, según la conselleria de Salud. La ley establece que los caracoles deben venderse con garantías de calidad y con un registro sanitario que permita la trazabilidad del producto, según aseguraron los empresarios consultados. Las mismas fuentes apuntaron que deben venderse con una malla etiquetada con los datos del producto.
El consumo de caracoles es habitual en Lleida y el Aplec del Caragol es la fiesta por antonomasia de esta tradición gastronómica. El presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix, apuntó que el 40% de las colles que participan en la celebración compran este producto en Caragols de Almacelles, empresa que abastece la central de compras. No obstante, Perdrix aseguró que la mayoría del resto de colles compra los caracoles en otros distribuidores y granjas, que cumplen con toda la normativa. Fuentes de Caragols d’Almacelles apuntaron que para la cría de estos animales usan el mínimo pienso posible, ya que se alimentan de hierba y que durante los meses de invierno (cuando se reduce la producción) importan caracoles de países como Polonia o Grecia para distribuirlos. En relación a la exportación, la gran mayoría de los caracoles que se producen en Catalunya se exportan a Francia, donde el año pasado se comercializaron 141.094 kilos. No obstante, en el Aplec se consumen gasterópodos que vienen de Aragón, Valencia e incluso Chile o Perú, según Perdrix. Desde la Asociación Nacional de Cría y Engorde del Caracol informaron de que una pequeña parte de la producción se queda en Lleida, mientras que aproximadamente un 90% se comercializa en Barcelona.