DENUNCIAS VIDEOVIGILANCIA
El incivismo cuesta unos 5.000 euros cada año al ayuntamiento de Linyola
Colocan cámaras en el consistorio y Cal Formiguera y amenazan con publicar imágenes
Una de las cámaras instaladas en Cal Formiguera.
El ayuntamiento de Linyola ha instalado y ha puesto en marcha tres cámaras de videovigilancia para controlar los accesos del ayuntamiento y el local sociocultural Cal Formiguera. También ha colocado una cámara en la plaza Maria Mercè Marçal para poder controlar la zona posterior de dicho local.
El alcalde de Linyola, Àlex Mases, destacó que el consistorio ha optado por instalar estas cámaras como medida de prevención y denuncia de los reiterados actos vandálicos que sufre la zona. “Durante los últimos años los vecinos son objeto de reiterados actos incívicos por parte de algunos adolescentes y jóvenes del municipio que se convierten en molestias por ruidos en horas intempestivas y destrozos del mobiliario y lo jardines. En estos últimos tres años el coste de estas gamberradas se ha contabilizado en unos 15.000 euros”, cuantificó Mases. Los vecinos también están molestos por que los jóvenes esparcen desechos constantemente fuera de las papeleras. Por este motivo y especialmente para revertir la situación, a partir de ahora se identificarán, se notificarán y se sancionarán todos los comportamientos que se graben a través de este sistema de seguridad.
El consistorio asegura que si lo cree conveniente también hará públicas las imágenes a través de las redes sociales municipales.
El primer edil aseguró que tanto los vecinos de este municipio del Pla d’Urgell como del ayuntamiento han intentado hablar y hacer reflexionar sobre estas actitudes numerosas veces a los infractores, desgraciadamente sin éxito. “Estos actos incívicos y a veces vandálicos generan malestar e inseguridad y costes importantes de limpieza, mantenimiento y reposición de mobiliario y jardinería”, apuntó el alcalde de Linyola.
