TERRITORIO PROMOCIÓN
Hosteleros denuncian que burocracia y malas carreteras lastran el turismo
Piden una via rápida hacia el Pirineo, fibra óptica e internet para ser competitivos
Una burocracia larga y compleja para poner en marcha un establecimiento turístico, los costes de cumplir la normativa en Catalunya, sumados a una red viaria deficiente, la poca cobertura de la telefonía móvil y el escaso despliegue de la fibra óptica son los principales obstáculos para el desarrollo turístico de Lleida y un freno a su competitividad, según expusieron ayer el presidente de la Federación de Hostelería, Josep Castellarnau; y la responsable del sector del camping, Marta Cortina. Para solventarlo proponen la construcción de un eje rápido que una el llano y la montaña potenciando la C-13, por ejemplo, permeabilizar el Pirineo con la construcción del túnel de la Bonaigua, mejorar la N-260, “tercermundista” de La Pobla a El Pont, acondicionar los puertos del Cantó y Comiols y evitar “nyaps” como el que creen que se ha hecho en Gerri de la Sal ampliando parte de la travesía. Ambas entidades han elaborado un informe en el que también exigen la mejora de las telecomunicaciones, vital para un turismo familiar como el que va al Pirineo, y la elaboración de un plan estratégico entre Administración y sector privado que pueda aplicarse en 10 años para evitar la despoblación de la montaña al no haber relevo generacional en los actuales negocios. Cortina y Castellarnau hicieron hincapié en el agravio comparativo que suponen las comunicaciones de Aragón, mejor conectado según ellos con el sur de Francia y zonas del Estado, como Valencia; y denunciaron que “algo no va bien si los visitantes de Ordesa, en Huesca, triplican a los de Aigüestortes, o los usuarios extranjeros de los campings aragoneses cuatriplican a los de las comarcas de Lleida”. No obstante, remarcaron que el potencial es enorme y que la situación se puede revertir si se toman las medidas oportunas lo antes posible.
Reclaman mejorar la previsión meteorológica en el Pirineo La presidenta del sector del camping en Lleida, Marta Cortina, denunció que los trámites para abrir un establecimiento tienen que cumplir los criterios más exigentes que marca la UE, como sucede en materia de inundabilidad, sin contemplar variables ni baremos que sí se tienen en cuenta en otros territorios. El sector reclama también la instalación de una red de micro-radares (solo hay 4 en Catalunya) para una mejor predicción de las condiciones meteorológicas. Además, criticaron los elevados gastos que puede comportar mantener un hotel de 50 habitaciones, hasta 28.283 € al año, no tan alejados de los precios que pagan grandes hoteles.