Cien nacimientos en una década en los veinte menos poblados

Los veinte pueblos más pequeños de Lleida (ver claves) han registrado solo 108 nacimientos en los últimos 10 años, lo que representa una media de 5 niños por localidad. Entre todos ellos suman un total de 1.837 vecinos (en 2017, según el Instituto Nacional de Estadística), 228 menos que hace una década y 32 menos que en 2016. Además, en la demarcación hay hasta 197 núcleos deshabitados, según datos del INE del año pasado, un centenar más que hace solo ocho años y se trata de pequeños núcleos diseminados. La despoblación es uno de los principales problemas demográficos de las comarcas de Lleida y entre 2016 y 2017 la demarcación perdió 1.657 habitantes. De hecho, un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona determina que Bausen, Cava, Fulleda y Guimerà se encuentran en riesgo inevitable de despoblación. Son municipios pequeños, con baja natalidad y población envejecida. En este sentido, Bausen y Cava fueron las villas donde se registraron menos nacimientos en diez años, con solo un niño en cada uno de ellos. Según los datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) confirmados por los ayuntamientos, donde más nacimientos hubo fue en Tarrés, con 13, seguido de Tiurana, Estamariu y Esterri de Cardós, con 9 cada uno. Uno de los grupos de edad que más predomina en estos 20 municipios es el de los jubilados y el Idescat señala que uno de cada cuatro vecinos de Les Garrigues y del Pallars Jussà tiene 65 o más años de edad y la primera es la comarca del llano que ha perdido más población en los últimos 25 años. Además, en Lleida se registraron 600 muertes más que nacimientos el año pasado (ver SEGRE del miércoles), un hecho que agrava el envejecimiento del territorio.

Durante décadas, las tendencias demográficas en las comarcas de Lleida se han caracterizado por un aumento de la esperanza de vida y bajas tasas de natalidad (además de que la edad en que las mujeres tienen a su primer hijo es cada vez más tardía), lo que provoca un desequilibrio en las estructuras de población. Asimismo, en el conjunto de Catalunya, desde 1995 hay más vecinos con más de 65 años que habitantes de menos de 15 y uno de los grupos de edad que más aumenta año tras año es el que oscila entre los 40 y 74 años.

Desde 1995 en Catalunya hay más vecinos con más de 65 años que habitantes con menos de 15

Unas de las medidas que defiende la asociación esMontañas son los incentivos fiscales para los habitantes de las comarcas del Pirineo. El presidente de la entidad, el aranés Paco Boya, explicó que los gastos de “una familia del Pallars o de Aran que tiene que llevar a su hijo a la Universitat de Lleida deberían poder desgravarse del IRPF”. Por su parte, desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) tienen sobre la mesa un proyecto con ochenta medidas para frenar la despoblación en el conjunto del Estado. Para paliar sus efectos, proponen medidas como garantizar los servicios públicos a los vecinos de los pueblos pequeños, establecer bonificaciones en los impuestos, revisar el modelo de financiación de las entidades locales o incorporar en los presupuestos un plan sobre demografía. No obstante, el pasado mes de marzo, el Congreso tumbó una moción de Cs que instaba al Gobierno (entonces en manos del PP) a crear una ley para delimitar las zonas más afectadas por la regresión demográfica y que fijara medidas y actuaciones para revertir este proceso. Asimismo, el Parlamento Europeo ya trabaja para desarrollar políticas contra este fenómeno e impulsar legislaciones que ayuden a fijar a la población en el territorio y conseguir igualdad de oportunidades.