MUNICIPIOS EQUIPAMIENTOS
El cine de Penelles llega a los 150 socios al mes de reabrir
Pagan una cuota mensual para ver películas y participar en los actos que se organizan || El Kursaal se llena cada domingo
El cine Kursaal de Penelles ya cuenta con 150 socios algo más de un mes después de su inauguración. El equipamiento reabrió el pasado 11 de mayo (gracias al programa Volando Voy, que presenta Jesús Calleja) después de que en 2004 tuviera que cerrar debido a la poca afluencia de público. El alcalde, Eloi Bergós, explicó ayer que los abonados pagan una cuota mensual para ver las películas que se proyectan y asistir a las actividades que se programan en este espacio. Asimismo, Bergós apuntó que cada domingo (día de proyección) “el cine está lleno”, porque tiene capacidad para unas 200 personas, aproximadamente, y la mayoría de socios acuden cada semana a esta sala del municipio. En este sentido, la mayoría de ellos son vecinos de Penelles, aunque el primer edil aseguró que también son de municipios próximos como Bellmunt d’Urgell, Castellserà y La Fuliola. Los abonos tienen un precio de 4 euros al mes para niños y niñas de entre 6 y 11 años y de 6 euros para los mayores de 12 años, mientras que el abono familiar cuesta cinco euros al mes para cada uno de los miembros de la familia. Para los menores de cinco años la entrada es gratuita. Circuit Urgellenc es la empresa encargada de facilitar las películas que se proyectan en el Kursaal, aunque esta sala no forma parte del circuito de cines que son propiedad de esta compañía, entre los que se encuentran los de capitales de comarca como Tàrrega. Penelles estrenó la sala con la película Wonder y durante el mes de julio se proyectará Mamma Mia!, Coco, y Lo que de verdad importa, entre otras.
Cabe recordar que el cine de esta localidad de la Noguera se estrenó en 1945 y fue uno de los primeros en abrir en una zona rural. No obstante, una década después tuvo que cerrar, aunque volvió a abrir en 1963 y se mantuvo en funcionamiento hasta 2004. Permaneció sin actividad hasta el pasado mes de mayo, aunque se abría para acoger alguna actividad o durante la celebración de festividades locales. Ahora la sala combina los usos culturales y sociales.