PATRIMONIO REFORMAS
Trabajos verticales para la restauración de la ermita de La Pertusa, símbolo de la Noguera
Las obras se alargarán hasta octubre y frenarán la degradación del templo datado en el siglo XI-XII || Se ha requerido de especialistas para instalar andamios en el acantilado sobre el Noguera Ribagorçana
La restauración y protección de la ermita de La Pertusa en Àger requiere de profesionales especializados en trabajos verticales para poder llevar a cabo las obras, que durarán más de tres meses. La mayor complicación de esta obra es la ubicación de la ermita del siglo XI, que se levanta en un acantilado sobre el río Noguera Ribagorçana en el núcleo de Corçà de muy difícil acceso. Dada la complicada orografía del terreno, durante las últimas tres semanas los operarios han transportado todo el material en mochilas hasta el pequeño templo, icono patrimonial de la Noguera y de Ponent. En un principio se barajó la posibilidad de hacerlo en helicóptero, opción que se desestimó y que fue sustituida por el transporte manual. A partir de ahora, los trabajos se centran en la restauración del tejado, la consolidación de la fachada y otras pequeñas intervenciones para frenar la degradación interior, en especial, las filtraciones y la humedad. La empresa Coeco de Balaguer tubo que instalar una captación con una manguera de unos 300 metros para disponer de agua en la zona. Asimismo, una firma de Camarasa especializada en trabajos verticales ha instalado los andamios en la parte más abrupta de La Pertusa para facilitar la actuación de mejora. Albert Puy, responsable de la firma Coeco de Balaguer, explicó que la previsión es proteger el templo de las inclemencias del tiempo y frenar la degradación. “Ya se han retirado las losas del tejado, que se limpiarán manualmente en la misma zona. La principal actuación se centra en la cubierta. Se limpiará de cascotes y se volverán a colocar las losas una a una”, dijo. Paralelamente, técnicos de la conselleria de Cultura supervisan la obra y hacen catas en el interior del templo para comprobar si existen pinturas murales antiguas. “A priori no hay indicios de que los muros escondan estas pinturas pero hay que revisarlo”, explicó Puy. Destacó que desde el punto de vista estructural el templo tiene alguna patología, aunque está muy localizada y será arreglada. La ermita de La Pertusa está declarada bien cultural de interés local (BCIL) y no consta que se haya llevado a cabo alguna intervención de reparación o consolidación a lo largo de los siglos. A pesar de ello, vecinos de la zona han hecho pequeñas intervenciones en el templo. Por su parte, el alcalde de Àger, Lluís Ardiaca, señaló que la restauración era necesaria para frenar los efectos de la erosión.