Examen final para el POUM de Les Borges tras 15 años de polémicas

El nuevo plan de ordenación urbanística (POUM) de Les Borges Blanques deberá someterse la próxima semana a la aprobación definitiva ante Urbanismo, el examen final para un documento que inició su tramitación hace 15 años y que ha sido objeto de sucesivos cambios y polémicas desde entonces. En este periodo, el ayuntamiento ha elaborado tres versiones diferentes, fruto de relevos en el gobierno local, cambios en la normativa urbanística y por la crisis económica, que llevó a rebajar las expectativas de crecimiento inicialmente previstas.

La última versión del POUM prevé un máximo de 2.149 nuevas viviendas, frente a las más de tres mil que figuraban en la versión anterior, y concentra los desarrollos urbanísticos en parcelas del núcleo urbano. Mantiene la calificación de suelo rústico en parcelas actualmente ocupadas por construcciones de General d’Olis i Derivats, una cuestión que es objeto de litigio desde hace años entre empresa y ayuntamiento (ver desglose).

El alcalde, Enric Mir, indicó que esperan reunirse esta semana con responsables de Urbanismo para abordar aspectos del nuevo POUM antes de que se reúna la comisión territorial de Lleida. Durante la sesión, prevista para el próximo martes, también se someterá a aprobación el plan parcial urbanístico para la futura zona comercial de Torre Salses en la capital del Segrià. Cabe recordar que la Generalitat dio el visto bueno definitivo al acceso a este área el mes pasado (ver SEGRE del 13 de junio).

Terrenos ocupados por General d’Olis seguirán como suelo rústico ? La versión del POUM que el ayuntamiento someterá a la aprobación de Urbanismo mantiene la calificación de suelo rústico para terrenos ya ocupados por construcciones de la empresa General d’Olis i Derivats. El ayuntamiento estudió hace más de un año la posibilidad de abrir una puerta a la regularización en la nueva planificación urbanística, si bien finalmente lo descartó al considerar que corresponde a la sociedad mercantil hacerlo a través de su propio plan especial. Cabe recordar que el consistorio dictó hace tres años una orden de derribo para once mil metros cuadrados del complejo construidos en suelo rústico, una resolución que es objeto de un recurso ante los tribunales. La empresa, a su vez, presentó una querella contra el alcalde que no prosperó y quedó finalmente archivada.