Más de 200 ganaderos de Lleida y Huesca exigen “retirar todos los osos” del Pirineo

Más de doscientos ganaderos del Pirineo de Lleida y Huesca reclamaron ayer la “retirada de todos los osos” de la cordillera. Lo hicieron durante la concentración celebrada ayer en Castanesa para protestar por los ataques de plantígrados a rebaños y por los daños que la fauna salvaje ocasiona a la ganadería extensiva. La movilización revivió el clamor del antiguo movimiento contra el oso, que surgió con las primeras reintroducciones a finales de los años noventa, y que había perdido eco desde entonces hasta caer en el olvido hacía más de una década. Resurge cuando la población de este depredador podría alcanzar este año los 50 ejemplares y tras numerosas predaciones a ganado desde la primavera.

“A los ganaderos se nos ha acabado la paciencia, hay peligro para la vida de las personas”, afirmó Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida, una de las entidades que convocaron la concentración. Ángel Samper, de Asaja Aragón, puntualizó que “no le deseamos daño alguno al oso ni al lobo, pero no pueden estar donde haya ganadería extensiva”. El lobo ha sido avistado en varios puntos del Pirineo oscense. En Catalunya, ha aparecido de forma puntual en el Alt Urgell, la Cerdanya y el Berguedà.

La población de osos podría llegar este año al medio centenar de ejemplares en el Pirineo

Los ganaderos se declaran decepcionados por la gestión del oso por parte de las administraciones

La movilización reunió a representantes de asociaciones ganaderas del Pirineo leridano que comparten el rechazo frontal a la presencia del oso. También se expresó en este mismo sentido Unió de Pagesos (UP), sin representación oficial en el acto. Miembros de estas entidades esperan manifestar este posicionamiento al conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, durante una visita al Pallars Sobirà prevista para hoy, con motivo de la ampliación del Parc de l’Alt Pirineu.

Hace solo dos años, la presencia del oso era aceptada de forma casi unánime (de buen grado o con resignación) como una realidad consolidada. Las reivindicaciones del sector se limitaban entonces a exigir medidas efectivas para evitar ataques, así como indemnizaciones adecuadas cuando hubiera perjuicios a los rebaños. “Ahora hemos llegado a un punto en que hemos visto que la coexistencia y la convivencia con el oso no es lo que la administración nos había dicho”, apuntó Xavier Ribera, de la asociación de ganaderos del Pallars Sobirà.

La decepción y el sentimiento de engaño se ha extendido entre los propietarios de ganado, que citan como ejemplos denuncias por ataques del oso que la Generalitat no reconoce como tales, así como los animales heridos, dispersados o despeñados al huir del depredador por los que no reciben indemnización. El hecho de que los fondos del programa Piroslife para sufragar medidas de apoyo a la ganadería lleguen este año a su fin refuerza esta desconfianza.

El encuentro de un pastor con un oso en Castanesa el pasado 27 de junio (ver SEGRE del día 29) ha actuado como la chispa que prende en un polvorín. La imagen del animal que el propio afectado tomó con su teléfono móvil aparecía en los carteles que llamaban a movilizarse y la concentración se organizó en el municipio donde tuvo lugar ese suceso. Se celebró el mismo día en que se conoció un episodio similar a pocos kilómetros, en Les Paüls, donde el pasado miércoles un pastor se encontró a pocos metros del oso mientras atacaba a una oveja y lo ahuyentó con ayuda de sus perros, según publicó el Heraldo de Aragón.

La Fundación Oso Pardo insiste en que ‘la convivencia es posible’ La Fundación Oso Pardo, entidad socia del programa Piroslife que lidera la Generalitat, expresó ayer su preocupación al considerar que “se está creando en los medios un estado de opinión desfavorable” al oso en el Pirineo y aseguró que su experiencia “nos permite afirmar que la convivencia es perfectamente posible” entre esta especie y la actividad humana, “tal como lo es en la cordillera cantábrica”. Sobre las quejas de los ganaderos, apuntó que “son comprensibles y sus solicitudes deben ser atendidas con el máximo interés”, aunque subrayó que la presencia del oso “también puede favorecer la economía y a otros sectores de la población local”.