El Govern autoriza obras para regar 300 ha más del Segarra-Garrigues

La consellera de Agricultura, Teresa Jordà, ha autorizado dos proyectos nuevos de regadío en el Segarra-Garrigues que supondrán la transformación de más de 300 hectáreas de secano ubicadas en la comarca del Urgell. El presidente de la comunidad de regantes, Josep Maria Jové, explicó ayer que en ambos sectores han logrado el quorum de regantes necesario (que se traduce en al menos el 60% de las hectáreas por sector) sin el cual ya no es posible impulsar las obras. Se trata, añadió de dos espacios ubicados en zonas de especial protección de las aves donde sí está permitido el riego de apoyo. Son unas 90 hectáreas de superficie entre Preixana y Sant Martí de Maldà, que se prevén destinar a arbolado, y otras 223 hectáreas en Verdú, básicamente dedicadas al cultivo de la viña.

Según Jové, la consellera Jordà ha encargado la redacción de los proyectos constructivos a la empresa pública Infraestructures.cat, aunque fuentes próximas a la obra señalaron que al menos uno de ellos ya está avanzado y que las obras podrían comenzar el próximo mes de septiembre.

Cabe recordar que con datos de este verano ya están en disposición de regar un total de 17.253 hectáreas de las 65.000 finalmente beneficiarias, lo que supone un 26,5% del total.

De estas hectáreas, están en explotación 11.266 y de estas están regando 8.398 hectáreas de cultivos. La introducción del regadío en esta zona ha consolidado la plantación y la explotación de frutales, almendros, olivos y cereal y ha permitido la entrada en la zona regable de nuevos cultivos como el brócoli, el azafrán, el pistacho o la cebolla, entre otros.

Una obra de 1.185 millones con un sobrecoste de un 28 por ciento El Segarra-Garrigues se adjudicó en 2002 por unos 924 millones de euros (sin impuestos) pero costará finalmente unos 1.185 millones, alrededor de un 28% más de lo inicialmente previsto. Esta cifra no incluye otros 61 millones que prevén destinarse a medidas ambientales para cumplir la sentencia de la UE contra el impacto ambiental del canal en poblaciones de aves protegidas. La Generalitat prevé elaborar un plan económico financiero para los próximos años, según publicó el diario Expansión, que diseñe las actuaciones hasta 2025.