MEDIO AMBIENTE DEYECCIONES GANADERAS
Las dos plantas de purín cerradas aplazan la reapertura al no tener primas hasta el otoño
Los dueños de la de Alcarràs y la de Tracjusa, en Juneda, esperaban abrirlas este verano || El TS da más tiempo al nuevo Gobierno para cumplir las sentencias que obligan a restablecer estas retribuciones
Las dos plantas de secado de purines cerradas en Lleida aplazarán la reapertura hasta el próximo otoño, después de meses de preparativos para poner en marcha este verano tanto la de Alcarràs como la de Tracjusa, en Juneda. Esto se debe a que el Tribunal Supremo (TS) ha dado más tiempo al nuevo Gobierno socialista para cumplir las sentencias que, desde hace dos años, obligan a restablecer las primas a estas instalaciones por generar electricidad después del recorte que obligó a clausurarlas en 2014. El ministerio de Transición Ecológica tiene hasta el 22 de octubre para fijar las nuevas primas, si bien el sector confía en que lo haga en septiembre.
El auto del Supremo, del pasado 10 de julio, requiere al ministerio “que muestre la mayor celeridad” y señala que, antes del 22 de octubre, la orden ministerial deberá someterse a la aprobación de la comisión delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, el paso previo para su publicación y entrada en vigor. En caso contrario, el Gobierno “deberá designar a la persona responsable del incumplimiento” y advierte de que esta recibirá “una multa coercitiva de mil euros que podrá ser reiterada hasta la completa ejecución del fallo judicial”.
El ministerio de Transición Ecológica tiene hasta el 22 de octubre para cumplir las sentencias del Supremo
Dueños de plantas y el sector del tratamiento de purines esperan las nuevas primas para septiembre
No es la primera vez que el Supremo amenaza con sanciones a miembros del Gobierno por incumplir sentencias sobre plantas de purines. Lo hizo en 2017, cuando lanzó un ultimátum al entonces ministro de Energía del Gobierno del PP, Álvaro Nadal. La orden para restablecer las primas para hacerlo se publicó pocos días después, si bien limitó las retribuciones a las plantas de hasta 15 años de antigüedad. Esto permitió reabrir la de Miralcamp y la de Vag, en Juneda, pero dejó fuera las de Alcarràs y Tracjusa. El TS consideró que esta limitación “convertía en papel mojado” sus sentencias y obligó a extender las retribuciones hasta los 25 años. Otro año de retraso después, volvió a amenazar con multas al Ejecutivo del PP poco antes de la moción de censura.