FAUNA POLÉMICA
Cuando Goiat agitó la colmena
La reintroducción del oso esloveno en el Pirineo ha contribuido a reavivar la oposición a esta especie cuando había caído ya en el olvido || El ecologismo se moviliza en su defensa mientras aumentan entre ambas partes las críticas a la Generalitat por su gestión del programa Piroslife
El oso Goiat lleva un mes en el Pirineo francés, pero sigue dando que hablar en nuestro lado de la frontera. Dos semanas después de que la Generalitat anunciase su intención de retirarlo de la cordillera, a los ganaderos de montaña les parece insuficiente y preparan nuevas movilizaciones para exigir la retirada de todos los que habitan el Pirineo, alrededor ya del medio centenar. Como respuesta, asociaciones ecologistas han salido en defensa de los plantígrados con recogidas de firmas y conferencias que abogan por la coexistencia con la actividad humana. Entre tanto, medios internacionales como The Telegraph, The Guardian y Il Giornale han dedicado titulares al oso esloveno que el Ejecutivo catalán liberó hace dos años en el Pallars Sobirà, en el marco del programa Piroslife.
Defensores y detractores del oso comparten una postura crítica hacia la gestión de la Generalitat al frente del Piroslife. El Govern recibió 1,8 millones de la UE en 2014 para sufragar la mayor parte del programa, dotado con 2,4 millones y con ambiciosos objetivos. Uno de ellos, “generar un clima de aceptación y coexistencia”, contrasta con el resurgir del movimiento de protesta contra el oso cuando llevaba años extinguido. Esto no se debe solo a Goiat, pero liberarlo en el Pirineo tampoco ha contribuido a otra de las metas del proyecto: “probar que el riesgo de ataques cero a la ganadería y la apicultura es posible”. En julio, expertos vinculados al Piroslife concluyeron de tenía una conducta “anómala” por su voracidad y una preferencia insólita por el ganado equino. Para entonces, había matado a seis yeguas, cuatro potros, cuatro ovejas y una cabra en 15 ataques desde la primavera. También había destrozado dos colmenas. Desde que está en Francia, ha atacado a ganado en nueve ocasiones más.
La prensa internacional ha dedicado ya titulares al oso esolveno que la Generalitat reintrodujo en el Pirineo
Había un motivo de peso para traer a Goiat: “consolidar genéticamente la población” de osos, otro objetivo del Piroslife. Es decir, romper con la endogamia de la colonia pirenaica, toda descendiente del macho esloveno Pyros. Se desconoce aún si el joven ejemplar destinado a relevarle ha logrado reproducirse, aunque un año y medio después de reintroducirlo apareció una inesperada alternativa para aumentar la diversidad genética: el oso Nere, al que se daba casi por perdido en el Pirineo occidental. Es el único ejemplar nacido en Aran sin vinculación con Pyros.
Resulta difícil decir hasta qué punto se ha avanzado en un último objetivo: “mejorar los espacios de coordinación internacional en relación al oso”. Lo que sí se sabe es que las baterías del collar GPS que permite localizar a Goiat vía satélite podrían agotarse en dos semanas, algo que dificultaría en extremo capturarlo, y que ni Generalitat ni Conselh pueden cambiárselo a menos que el oso regrese al Catalunya. Francia no se ha pronunciado aún sobre si cambiará el localizador o si permitirá que el Govern no haga en suelo galo.
El tiempo corre por ahora a favor de quienes defienden dejar tranquilo a Goiat. Entre tanto, partidarios y detractores del oso despliegan sus argumentos. Unas razones que a menudo tienen una cara y una cruz y admiten más de una interpretación (ver desglose).