FIESTAS REIVINDICACIONES
El rechazo a las minas de tungsteno llega a la Pujada al puerto de Salau
Más de 600 personas participaron ayer en este hermanamiento catalano-occitano|| Los actos oficiales se centraron en recordar a los presos y pedir su liberación
Más de 600 personas participaron ayer en la XXXI Pujada a Salau organizada por el Cercle d’Agermanament Occitano-Català (CAOC), una edición en la que los actos oficiales se focalizaron en el respaldo a los presos independentistas y a los exiliados y en la crítica por la actual falta de libertades en Catalunya.
Según la organización, tanto los participantes que vinieron de la zona occitana como catalana hicieron frente común a la hora de exigir libertad para “los activistas catalanes”.
Durante el viaje de subida, algunos participantes expresaron sus quejas contra el proyecto para la extracción de oro y tungsteno (material que se usa en bombillas y chips) previsto en la zona.
Tanto el director del Parc Natural de l’Alt Pirineu i Aran, Marc Garriga, como la alcaldesa pedánea de Isil, una de las poblaciones afectadas, Sofía Isús, remarcaron la profunda oposición que suscita en el territorio.
Garriga hizo hincapié en que esta posibilidad entraría en contradicción con los criterios de protección de un área incluida dentro del Parc Natural, que este año celebra los 15 años de su creación. Además, se anunció la creación del Parc Natural de les Tres Naciones que se hará este mes.
Por su parte, Isús indicó que se está trabajando con responsables de uno y otro lado de la frontera para canalizar la oposición a las minas. Otro de los temas de los que se habló durante la subida al puerto fue la posibilidad de recuperar el funicular que durante los primeros años del siglo XX sirvió para llevar madera de los bosques de Bonabé a Salau y del que todavía quedan restos.
Frente por la falta de libertad en Catalunya
Además de pedir la libertad para los presos independentistas, la jornada de ayer también sirvió para denunciar la falta de libertades en Catalunya, una reivindicación que contó con el respaldo de los asistentes de la zona occitana.
Como todos los años, tras la subida se cantaron y bailaron danzas tradicionales tras un almuerzo a base de productos de la tierra, un acto que duró toda la mañana.