MEDIO AMBIENTE SUCESOS
Una empresa de Soses, investigada por presunto delito medioambiental
El Seprona encontró veinte aves muertas, algunas de ellas especies protegidas, y un vertido || Residuos irritantes que pueden dañar los acuíferos, la fauna y la flora
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil interrogó ayer al representante de una empresa de fertilizantes de Soses por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, según explicaron desde la Guardia Civil. Fuentes municipales aseguraron que se trataría de la empresa Anqui y esta investigación, que se inició a finales del pasado mes de marzo, vino motivada por una denuncia de una entidad ecologista, según las mismas fuentes.
El equipo del Seprona inspeccionó el lugar de los hechos y los agentes comprobaron que se había registrado un vertido de aguas residuales en un campo por parte de la empresa. Además, dentro de las instalaciones de esta firma del Baix Segre había dos balsas que acumulaban residuos líquidos de un olor intenso y en la orilla una veintena de aves muertas cubiertas por una especie de “chapapote”, como si se tratara de una capa de petróleo.
El informe veterinario determinó que las aves fallecieron por el contacto con el vertido
Cuando se tuvo constancia de lo sucedido, se tomaron muestras de este residuo para que se analizara en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y se recogieron los cadáveres de las aves muertas para trasladarlas al centro de fauna salvaje de Vallcalent. Estos análisis que se llevaron a cabo determinaron que se trata de residuos irritantes y corrosivos clasificados como peligrosos, que “pueden provocar un daño sustancial en la calidad del agua superficial y en los acuíferos y un riesgo para la salud de las personas y para la fauna y la flora”, según fuentes de la Guardia Civil.
Asimismo, el informe veterinario determina que “la muerte fue provocada por su exposición y contacto con la sustancia química y por la inhalación del producto”. El mismo estudio confirmó que entre las aves muertas que se encontraron en la orilla de las balsas había ejemplares de abejaruco, zampullín común y carraca europea, entre otros, especies protegidas de fauna salvaje. Cabe recordar que la entidad ecologista Ipcena pidió en agosto del año pasado que se paralizara la actividad de esta misma empresa y presentó una denuncia ante la conselleria de Territorio después que el propietario de un vivero cercano atribuyera a la firma daños en sus plantas debido a fugas de lixiviados.
Por otra parte, el Seprona ha imputado un delito contra los recursos naturales a una empresa de la comarca del Cinca Medio por un vertido ilegal de residuos contaminantes. La patrulla del Seprona localizó más de un centenar de árboles muertos a lo largo del trayecto del cauce de este vertido, además de restos de animales muertos, a poca distancia de esta empresa de Huesca, para poder determinar si su muerte se debía a este vertido.
Por estos hechos, los agentes del Seprona procedieron a la investigación de un hombre de 66 años y vecino de Reus como supuesto autor de un delito contra el medio ambiente.