Balaguer y la nueva fiebre del oro

Un ciclo de talleres de divulgación histórica, dedicado a la búsqueda tradicional de oro en el cauce del río Segre, se ha convertido en un éxito inesperado que ha superado las expectativas de los organizadores. El Centre d’Interpretació de l’Or de Balaguer los ofrece los miércoles y sábados desde el pasado mes de julio bajo el título de A l’estiu, l’or el busquem al riu, y en principio debían terminar a finales de agosto. Sin embargo, esta actividad bajo reserva ha colgado el cartel de “completo” para todas las sesiones que quedan este mes, de modo que el centro ha organizado dos más los días uno y ocho de septiembre. Serán las dos últimas jornadas de esta nueva fiebre del oro.

El precio para participar en esta actividad, concebida para un público familiar, es de ocho euros para los adultos y de cinco para los menores de 16 años. Las plazas son limitadas, por lo que es necesario reservarlas antes de asistir. Una vez allí, el público participa en un taller de búsqueda de oro en el cauce del río, en el que se muestra el antiguo proceso de tamizado utilizado para buscar partículas de este metal precioso entre la arena y la grava. Las explicaciones abarcan desde la técnica y las herramientas de los buscadores de oro como su procedencia, características y el contexto histórico, social y cultural de su búsqueda en el río.

Los organizadores dan a quien halla partículas de oro un recipiente de plástico para conservarlas

El Segre es un río que arrastra partículas de oro desde el Pirineo hasta su desembocadura. Su explotación está documentada al menos desde la época romana en la comarca de la Cerdanya y fue especialmente intensa durante el periodo andalusí y también durante los siglos XVI y XVII, cuando empezó a emplearse el mercurio como amalgamante para facilitar la extracción del oro de entre la arena. Estas perlas (o pepitas) de conocimiento son algunas de las que los responsables de esta actividad comparten con las personas que acuden a los talleres.

Esta actividad tiene una duración aproximada de dos horas. Si para entonces el trabajo y la paciencia de los participantes en el taller tienen como recompensa el hallazgo de algunas partículas de este codiciado material entre la arena y la grava, el Centre d’Interpretació de l’Or les proporcionará un pequeño vial de plástico para que las conserven como recuerdo.