Detectan fraude en ayudas para comedor y transporte escolar en siete comarcas

Siete comarcas aplican controles después de detectar fraude en los comedores y el transporte escolar por parte de familias que se empadronan en otros municipios para tener estos servicios de forma gratuita. El Alt Urgell los ha establecido este año, mientras que los Pallars, el Solsonès, la Segarra, el Urgell y Aran ya los aplican desde hace tiempo.

El consell del Alt Urgell establecerá controles el próximo curso para asegurarse de que los escolares que reciben ayudas de comedor y transporte escolar residen realmente allí donde están censados. Lo hará después de detectar empadronamientos fraudulentos para beneficiarse de estos servicios y tenerlos gratis, algo reservado a los alumnos que tienen que desplazarse fuera de sus municipios para estudiar (ver desglose). La comarca se sumará así a otras seis que vigilan desde hace años para evitar estas falsas inscripciones en el padrón. Se trata del Pallars Sobirà, el Solsonès, la Segarra, el Pallars Jussà, el Urgell y la Val d’Aran.

Se trata de las ayudas que se otorgan por motivos de desplazamiento y no por razones socioeconómicas

Fuentes de estos organismos señalaron que quienes empadronan a sus hijos de forma fraudulenta no necesitan estas ayudas. De lo contrario, apuntaron, podrían acogerse a subvenciones específicas para familias con dificultades económicas. Apuntaron que no es una práctica muy extendida, pero la mayoría señaló que detectan al menos un caso cada año. Solo Aran y la Segarra afirmaron que no se han dado en los últimos años.

En el caso del Alt Urgell, el presidente del consell, Jesús Fierro, explicó que los vecinos que pidan subvenciones por desplazamiento de los alumnos deberán firmar un documento que autoriza a la corporación a hacer las comprobaciones necesarias para verificar dónde viven los escolares. Fierro subrayó que “nuestra obligación es hacer todos los esfuerzos para que las subvenciones sean para personas que realmente las necesitan y tienen derecho a ellas”.

Un caso similar es el del Pallars Sobirà, donde el consell pide un certificado de residencia expedido por el ayuntamiento a quienes solicitan estas ayudas. El Solsonès, por su parte, coteja las listas de solicitantes de estas subvenciones con los ayuntamientos antes de aprobarlas para descartar fraudes.

Frente a los consells que llevan a cabo controles antes del inicio del curso, otros establecen su vigilancia una vez ha comenzado. Su método consiste en verificar si los beneficiarios de comedor y transporte escolar gratuito utilizan este último. No hacerlo es el principal indicio para detectar a alumnos que no viven allí donde están empadronados. Así lo hacen los consells del Pallars Jussà, la Segarra y el Urgell, que reciben la lista de quienes toman el bus para ir a clase y la cotejan con la de quienes tienen comedor escolar gratuito.

En el caso del Urgell, el ente comarcal completa las averiguaciones enviando a personal propio a verificar si los niños utilizan a no el transporte durante varios días. Los consells retiran las ayudas al detectar estos fraudes. En Aran, el Conselh fue más allá hace tres años, cuando exigió a las familias que habían empadronado a sus hijos de forma fraudulenta que pagaran el comedor y el transporte.

Ayuda obligatoria para quienes estudian fuera de su municipio Los consells gestionan el transporte y el comedor escolar por delegación de la Generalitat, que sufraga las ayudas para los alumnos de municipios sin escuelas que deben desplazarse a otras localidades para ir a clase. La normativa española establece que, en estos casos, la adminsitración tiene el deber de subvencionar este servicio. Sin embargo, se da la circunstancia de que alumnos de núcleos agregados también tienen que desplazarse para estudiar dentro de su mismo municipio. La ley estatal excluye a estos escolares y la Generalitat dejó de subvencionarlos años atrás. En Lleida reciben ayudas que aporta la Diputación.