Una nueva avería deja parado un tren en Granyanella y afecta a cinco trayectos

Una nueva avería en la línea de Manresa dejó un tren parado sobre la vía en Granyanella y obligó a hacer transbordos en autocares en cinco trayectos por la mañana. Esta incidencia, la décima que provoca retrasos o cancelaciones de convoyes desde el pasado mes de junio, reavivó las quejas de los usuarios por las deficiencias de este servicio.

Un tren averiado sobre las vías de la línea de Manresa dejó tirados ayer en Granyanella a los quince pasajeros que recorrían el primer trayecto del día con salida de Cervera a las 6.55 en dirección a Lleida. Tuvieron que apearse a medio camino entre Tàrrega y Cervera y andar unos 800 metros por caminos hasta al lateral de la A-2, donde les esperaba un autobús para llevarles a la estación de Tàrrega y, allí, un tren que había salido de Lleida a las 6.24 y había parado en Tàrrega tras el aviso del corte de vía les llevó a la capital del Segrià. De forma sucesiva tuvieron que hacerse otros cuatro trayectos más en bus (al menos una parte de dos entre Cervera y Lleida y otros dos entre esta última localidad y Barcelona), con más de cien usuarios afectados. Al fin, un tren acudió a las 11.00 horas a remolcar al que estaba averiado, lo que permitió restablecer la circulación.

Dos dotaciones de bomberos y dos patrullas de la policía de Tàrrega se desplazaron hasta el tren averiado para prestar asistencia a los pasajeros en caso de que la necesitasen. Protección Civil activó la prealerta del plan de emergencias Ferrocat. Esta incidencia provocó nuevas quejas de los usuarios. Desde junio ha habido diez incidencias con retrasos y la suspensión de ocho trayectos, según datos de Rodalies. Así, viajeros que esperaban en Tàrrega mostraron su malestar ante las numerosas averías e incidencias en esta línea. El tren en dirección a Barcelona debía llegar a las 9.30 a la capital del Urgell, pero pasadas las 10.00 aún no había llegado el servicio de transporte alternativo por carretera. Una pasajera tenía que llevar a su madre al hospital y otra tenía clases. Los afectados coincidieron en que “va de mal en peor y no podemos hacer nada”. “Ya molesta tener que aguantar un trayecto de más de tres horas como para sufrir averías cada dos por tres”, añadieron. En Mollerussa, el tren a Lleida que debía llegar a las 11.00 no lo hizo, y los viajeros tuvieron que esperar una hora al autocar fletado por Renfe. Se mostraron indignados por no recibir información. Muchos decidieron prescindir de este transporte alternativo, cruzaron la vía y fueron a tomar un autobús en la nueva terminal ante la de tren. A la misma hora en que llegó dicho autobús, también pasó el de Renfe, que recogió a los que optaron por esperar el tren. En junio, los alcaldes de municipios ubicados en la línea de Manresa insistieron en sus críticas a las deficiencias del servicio, mientras que un estudio apunta a que la operativa de Renfe en Catalunya es la que recibe menos aportaciones del Estado.