MEDIOAMBIENTE POLÉMICA
El promotor de la mina de tungsteno reduce a la mitad el área de prospección en Alt Àneu
Pasa de 55 kilómetros cuadrados a 27,5, excluye el pueblo de Alós d’Isil y prevé hacerlo en tres años || Los contrarios critican el informe ambiental de la firma para obtener autorización de la Generalitat
Neometal Spania, filial de Apollo Minerals Ltd. que impulsa la polémica mina de tungsteno y oro en la zona de Salau, ha renunciado a su pretensión inicial de llevar a cabo prospecciones en una superficie de 55 kilómetros cuadrados en el término municipal del Alt Àneu y la ha reducido a la mitad, 27,5. Así consta en los informes ambientales que la firma ha presentado a la Generalitat, en el marco de los trámites para obtener el permiso de investigación minera. El pueblo de Alós d’Isil, incluido en la delimitación original, ha quedado fuera de la nueva. La empresa plantea esta búsqueda de metales en un periodo de hasta tres años.
El programa de actuaciones de la empresa prevé seis sondeos durante el primer año en dos plataformas de prospección. Plantea combinar perforaciones de hasta 150 metros con vuelos en helicóptero para detectar la presencia de metales a poca profundad a través de sensores que detectan variaciones electromagnéticas. Si estas primeras investigaciones ofrecen resultados, deberá solicitar nuevos permisos para ampliar las prospecciones durante dos años más.
Todo ello son pasos previos necesarios para plantear la viabilidad de una explotación minera en la zona. Cabe recordar que otra filial de Apollo Minerals ha obtenido los primeros permisos de investigación minera en 42 kilómetros cuadrados en territorio francés, en la zona de las antigua mina de Salau al otro lado de la frontera.
La plataforma Salvem Salau, que agrupa a los contrarios a la mina en Lleida, ha recibido con escepticismo las propuestas de la empresa a la Generalitat y las medidas que plantea para paliar el impacto ambiental de las prospecciones. Durante la reunión para constituir la entidad el pasado domingo debatieron algunos aspectos de los informes ambientales que consideran contradictorios o que no reflejan adecuadamente los posibles daños al medio natural. La principal preocupación de este colectivo es el riesgo de que las perforaciones provoquen contaminación de las aguas en la cabecera de la cuenca del Noguera Pallaresa.
En sus informes, la empresa reconoce que la zona donde plantea prospecciones es una zona de paso de osos, y apunta que el ruido de las perforaciones, de hasta 90 decibelios, “puede desplazarlos dentro de su hábitat a una distancia más alejada de los puntos de sondeo”, aunque apunta que es un impacto “limitado en el tiempo y, por lo tanto, reversible”. Incluso sugiere que “es una buena oportunidad para estudiar los efectos del ruido sobre esta especie”. “Los resultados podrían aplicarse a la conservación del oso en Catalunya”, concluye.