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Cae parte de la antigua muralla medieval de Torà
Unos 7 metros de los 30 que quedan de la construcción || Destapa huesos de esqueletos que no trasladaron al nuevo cementerio
Unos 7 metros de los 30 que quedan de la muralla medieval de Torà, junto a la iglesia de Sant Gil, se desprendieron la madrugada del pasado sábado dejando cortada desde entonces la calle Llanera. Según explicó el historiador local y párroco, Fermí Manteca, se trata de la zona donde desde el año 1003 está documentado el castillo y la primitiva iglesia. Cuando a mediados del siglo XIX se construyó el nuevo cementerio no se trasladaron todos los restos del antiguo camposanto. Manteca apuntó que posiblemente se trate de los restos ubicados en los estratos más bajos de la parte interior de las murallas. Es el mayor tramo de muralla que se mantiene de Torà ya que el resto de la construcción medieval ha quedado absorbido por el crecimiento de la población. Por su parte, el alcalde, Magí Coscollola, explicó que ayer dio aviso a la conselleria de Cultura para que hagan las prospecciones correspondientes y se pueda retirar la parte derruida. Este tramo de la muralla está declarado Bien Cultural de Interés Nacional, por lo que debe obtenerse permiso antes de llevar a cabo cualquier acción. Entre las causas del hundimiento, el alcalde apunta las humedades provocadas por las abundantes lluvias de este año. Según Manteca, el castillo estaba situado en zona de frontera con la dominación árabe. En el año 1006 tuvo lugar la batalla de Torà en la que se unieron los condados de Barcelona, La Seu y Vic.
Cabe recordar que el pasado mes de julio quedó afectado otro bien del patrimonio de Torà. Se trata de la cruz de Sant Ramon, que da nombre a la emblemática plaza de la Creu, que fue destruida por unos desconocidos. Coscollola explicó que junto a la asociación de patrimonio de Torà se está pendiente de la presentación de un presupuesto para su recuperación.