En marcha la reivindicada reforma de la carretera de Linyola a Bellcaire

Las reivindicadas obras de mejora de la carretera de Linyola a Bellcaire d’Ur-gell (LP-3322) ya están en marcha. La reforma consistirá en renovar la calzada, que será de diez metros de ancho, con dos carriles de circulación de 3,5 metros y dos arcenes de 1,5 metros, en un tramo de 4 kilómetros. También incluirá renovar la red hidráulica que circula bajo esta infraestructura y son precisamente éstos los primeros trabajos que se están llevando a cabo, aprovechando que la temporada de riegos afronta su fase final (los regantes pidieron retrasar las obras para no afectar las tuberías de agua).

La adjudicataria ya ha señalizado la vía con señalización horizontal amarilla para informar del inicio de esta obra que se alargará más de un año. El alcalde de Linyola, Àlex Mases, destacó que la mejora llega tras 20 años de reivindicaciones, un déficit que “era necesario reparar. Ahora podremos disponer de la vía que se merece el territorio”, destacó. El primer edil también remarcó la complicidad que ha habido con el consistorio de Bellcaire y la Generalitat a la hora de que este proyecto vea la luz. Los trabajos, que contemplan modificar el trazado actual para suavizar curvas y rasantes peligrosos, podrán comportar cortes puntuales en el tráfico y, en este sentido, el alcalde pidió a sus usuarios precaución a la hora de conducir.

Aprovechando el inicio de estas obras, el alcalde de Linyola planteó la creación de un carril bici que conecte ambas poblaciones, como una medida que contribuya a cambiar los hábitos y copiar el modelo holandés en la zona, una idea que podría tener su continuidad hacia Mollerussa así como en otros municipios. “Hay que empezar a plantear otras formas de desplazamiento en trayectos que no superen los 20 o 30 kilómetros”, remarcó.