Una empresa proyecta abrir en Gerri de la Sal una mina para extraer cobalto para móviles

Una empresa extranjera ha tramitado un permiso a la Generalitat para llevar a cabo investigaciones mineras para encontrar cobalto (material que se usa en las baterías de los teléfonos móviles) en Baix Pallars, en la zona de Peramea, donde a principios del siglo XX ya estuvo en funcionamiento una mina de donde se extraían minerales de cobalto que se usaban para fabricar elementos ornamentales. Este proyecto se suma al que ya se está promoviendo en Salau, en Alt Àneu (ver desglose). Fuentes de la conselleria de Empresa confirmaron ayer que la promotora de este proyecto ha solicitado el permiso a la dirección general de Minas y ahora estudian si la documentación que han aportado es correcta. En caso de que se les conceda la autorización, llevarían a cabo una “radiografía geológica” del terreno para ver si se puede encontrar cobalto y si es viable extraerlo en esta zona próxima al lago de Montcortés. Además, apuntaron que “este permiso no da carta blanca”, porque para hacer catas y sondeos deberían solicitar más autorizaciones. Por su parte, Josep Maria Mata, asesor del Parc Natural de l’Alt Pirineu, explicó que se tendrá que redactar un estudio de impacto ambiental y apuntó que el documento “deberá determinar los riesgos hidrológicos que pueden darse si las prospecciones no se hacen correctamente” por la proximidad con el lago de Montcortés, que se alimenta de aguas subterráneas. Mata aseguró que otra empresa habría pedido permisos para investigaciones mineras en La Torre de Capdella.

Informes ambientales para la explotación de Alt Àneu

La empresa que promueve el proyecto de la polémica mina de oro y tungsteno en Salau, en el Parc Natural de l’Alt Pirineu, ya ha presentado a la Generalitat los informes ambientales correspondientes para obtener el permiso de investigación minera. En este sentido, como ya avanzó SEGRE, Neometal Spania, filial de Pollo Minerals Ltd., renunció a su previsión inicial de llevar a cabo prospecciones en una superficie de 55 kilómetros cuadrados en Alt Àneu y la ha reducido a la mitad, 27,5. La empresa ha excluído al pueblo de Alós d’Isil de la superficie donde proponen las prospecciones, aunque en un principio esta población estaba incluida en el proyecto. Cabe recordar que los contrarios a las extracciones constituyeron en septiembre una plataforma para reclamar a la Generalitat que no las autorice. Asimismo, la CUP denunció presiones por parte de la consultora contratada para redactar los informes ambientales y asegura que la empresa ha pedido reunirse con entidades e instituciones para “hacer un estudio de percepción social” y conocer las dudas y las preocupaciones del territorio.