SUMINISTROS ENERGÍA
La luz llega al monasterio de Cellers tras más de mil años
El pueblo sigue sin electricidad y se abastecen con un alternador
El interior del monasterio de Cellers, con la instalación eléctrica.
Tras 8 años de tramitaciones y complicaciones, el monasterio románico de Cellers (en Torà) ya tiene luz. El lugar ya está documentado en el siglo X como punto de encuentro de ermitaños que vivían en celdas en la montaña, de aquí su nombre. Ha sido un proyecto largo que culminó el 2016, pero entonces robaron el cableado eléctrico, se obligó al consistorio a pintar los palos de la luz por su impacto en el entorno, y finalmente el obispado de Solsona instaló el preceptivo contador.
El proyecto ha contado con una inversión de 60.000 euros (el consistorio ha financiado el 80% y el obispado, el 20%). Toma la luz desde las granjas del Hostal del Vent, situadas a más de un kilómetro ya en pleno Solsonès, y los últimos 500 metros están soterrados. La falta de electricidad en la zona viene propicidada por estar a 5 kilómetros de Torà en plena naturaleza.
El proyecto ha contado con una inversión de 60.000 euros y el obispado aporta el 20%
Cabe recordar que en los años 80, el párroco de Torà, Fermí Manteca, mantuvo en el lugar un centro de rehabilitación de toxicómanos. Hace unos años se recuperó la antigua rectoría, hoy habitada, hecho que garantiza la preservación del entorno monumental. El núcleo de Cellers, a un kilómetro del monasterio y donde viven tres familias, sigue sin luz y se abastecen mediante un alternador y una pequeña línea de baja tensión que no da ni para una sola vivienda. El pueblo lleva más de una década negociando sin resultado con las eléctricas la traída de la luz.
