Rosa Maria Perelló: «Si la causa perjudica a la Diputación, nos personaremos»

Su nombramiento a raíz de la crisis abierta en la Diputación con la investigación de la operación Boreas empaña el hecho de que sea la primera mujer presidenta y de Tàrrega. Sus gestos el día del pleno de investidura reflejaban la compleja situación...

No podía ser un día de satisfacción. Teníamos la necesidad de normalizar la situación en la Diputación. Desde el día de las detenciones (2 de octubre), en presidencia casi no había llamadas. La agenda había caído, estábamos paralizados.

Es presidenta desde el jueves 18. ¿Qué es ahora lo primero?

Hemos nombrado un quinto vicepresidente y he planteado un trabajo en equipo. A nadie se le escapa que un municipio de 17.000 habitantes (por Tàrrega, de donde es alcaldesa) no es lo mismo que uno de 800.

¿Ha habido cambios de organigrama y cargos de confianza?

Mi área (Finanzas y Recaudación) la lleva Enric Mir (alcalde de Les Borges). También cambiaremos las funciones del equipo de presidencia. Los cargos de confianza anteriores cesaron con el presidente y se renovaron tras el segundo pleno.

¿Cuál es su prioridad para lo que queda de mandato?

Normalizar la situación y aprobar el presupuesto, que irá directamente a los ayuntamientos. Será un cambio en muchos sentidos y quiero que tenga la complicidad del resto de grupos.

Esa complicidad falló en el pleno de investidura. La oposición criticó la urgencia del pleno. ¿Hubieran podido esperar?

Sí. Pero la aritmética era la que era. El lunes éramos 13 a 12 (mayoría de la oposición) y el jueves, 11 a 12.

¿Cree que habría cambiado algo?

Probablemente no. El momento, por responsabilidad, era el jueves. Cualquier grupo habría hecho lo mismo y así me lo dijeron al acabar el pleno.

No ha sido un buen inicio con la oposición...

Pienso que al comenzar mal no puede más que mejorar.

¿Cómo lo hará?

Hay que escuchar. Estamos aquí para hacer política, pero más allá tenemos un punto de confluencia que es el trabajo por las comarcas de Lleida. Ahí nos tenemos que encontrar.

¿Qué ocurrió entre el día 2, día de las detenciones, y el 8, cuando Joan Reñé dimitió de presidente?

Íbamos conociendo noticias por la prensa. Debíamos respetar los plazos judiciales, el sumario estaba cerrado y la situación para Joan Reñé era difícil. Le apoyamos cuando fue detenido y en la primera rueda de prensa, pero luego había que analizar la situación. Como presidenta en funciones mientras estuvo detenido, reuní a los portavoces y les trasladé la necesidad de preservar la institución.

La Diputación puede verse perjudicada en esta instrucción, ¿se personarán como parte afectada?

Según lo que digan los juristas, deberemos hacerlo.

Durante el pleno, Reñé apuntó que este caso podía implicar a antiguos dirigentes. ¿Sería una de las causas para personarse?

Cuando el ente puede verse afectado, si se vieran afectados rescursos de la Diputación, tiene la obligación de personarse. Los servicios de la casa emitirán un informe. Si concluyen que ha habido algo, nos personaremos.

¿Les consta?

Por supuesto que no. Se irá viendo si hay implicaciones. En principio, el personal de la casa que está implicado tiene defensa jurídica de la corporación. A no ser que este personal hubiera perjudicado a la Diputación, en cuyo caso perdería la defensa. Ahí también habrá un informe jurídico y en este punto deberíamos tomar una decisión.

¿Cuántos están en esta situación?

No lo sé. Hubo 24 detenidos y 20 interrogados, pero no todos de la Diputación.

El expresidente ya ha dimitido. ¿Su número dos, Marlen Minguell, también detenida el día 2, debería cesar?

Su estatus laboral es de directivo público, a diferencia de los cargos de confianza o eventuales, por lo que se acaba al final del mandato. Ahora actúa como coordinadora general y algunas responsabilidades las asumirán los diputados del área.

¿Cómo se traduce la mano tendida a la oposición?

Significa diálogo; absoluta transparencia; la agenda del presidente al alcance; una invitación a todos los actos de la Diputación. Hay que tener en cuenta a todos los diputados en muchos aspectos que quizás ahora quedaban reducidos al ámbito de gobierno.

¿Cómo están los presupuestos?

Los capítulos genéricos, que tienen menor incidencia política, están prácticamente cerrados. Queda el capítulo de más incidencia, básicamente de inversiones. Debemos repasarlo, mirar qué había comprometido y ahí podemos entrar en una negociación.

¿Someterá las inversiones a debate?

Recogeremos iniciativas.

¿Variará mucho el presupuesto si se negocia?

Puede variar mucho. Quedan ocho meses para las elecciones y no podemos presentar un plan de mandato. Queda un presupuesto por compartir y cuantas más complicidades haya, mejor. No hace falta que voten a favor del presupuesto pero sería bueno que se sintieran partícipes. No es fácil porque no se venía haciendo así.

En Tàrrega ustedes comenzaron el mandato con un pacto con el PSC que luego rompieron. ¿Condicionará su relación con los socialistas en la Diputación?

A lo mejor a los socialistas les condiciona. A mí, no.

La oposición ha criticado en los últimos años exceso de discrecionalidad en las ayudas a municipios. ¿Cambiarán algo?

Sí. Sacaremos cuantas convocatorias sean posibles a pública concurrencia.

Hay proyectos que llevan la firma de Reñé, como la finca de Maials; el centro de Torrelameu; la fibra óptica, la digitalización de los sepulcros de los Comtes d’Urgell. ¿Se mantendrán?

Sí. La fibra óptica es una necesidad básica. Torrelameu y Maials está claro que sí. Hay que analizar lo que está pendiente.

¿Optará de nuevo a la alcaldía de Tàrrega? ¿Y a la Diputación?

Sí. Lo segundo, no depende de mí al 100 por cien.