El oso ha matado a 9 animales en rebaños protegidos y a 86 en rebaños sin vigilancia
Finaliza el reagrupamiento de las ovejas y las cabras en el Pirineo
Los pastores que trabajan en el marco del proyecto PirosLife, de consolidación del oso pardo en el Pirineo, han finalizado la bajada de los rebaños de ovejas que han estado protegidos en agrupamientos vigilados durante los últimos cinco meses. Se trata de una de las medidas preventivas puestas en marcha dentro del proyecto que se ha demostrado más efectiva, según la Generalitat.
En total, este año se han organizado 6 agrupamientos de rebaños protegidos, con cerca de 5.600 ovejas y cabras de 36 propietarios y ganaderos diferentes, que voluntariamente se han querido acoger a esta medida preventiva gratuita que ofrece la Generalitat de Catalunya y el Conselh Generau de Aran. Concretamente, son los agrupamientos de Gausac-Casau y Bagergue, en la Val d'Aran; y los de Isil, Tavascan, Bonaigua y Boldís-Àreu, en el Pallars Sobirà. En la Val d'Aran se han agrupado unas 2.000 ovejas de 24 propietarios diferentes, mientras que en el Pallars Sobirà, la protección mediante esta medida ha llegado a más de 3.600 animales de 12 propietarios.
El número de pérdidas en rebaños protegidos mediante estos agrupamientos vigilados son significativamente más bajas que en el resto de rebaños. Concretamente, en 2018 el 88% de las muertes de ganado por ataques de oso se ha producido en rebaños de propietarios que han rechazado acogerse a esta medida gratuita.
Sin embargo, en los 6 rebaños agrupados y protegidos, que incluyen 5.600 cabezas de ganado, el oso ha matado a 8 ovejas y a una cabra, un 0,16% del total de las cabezas de ganado. Algunas han muerto ahogadas dentro del cercado después de un intento de ataque de oso y otros por quedar fuera del recinto por la noche. Por el contrario, se han producido 50 ataques sobre ovejas y cabras de rebaños sin proteger con 86 cabezas de ganado muertas.
La Generalitat ha destinado cerca de 200.000 euros este 2018 en la contratación de pastores y vaqueros, la mejora de instalaciones para pastores, y la adquisición de material para cabañas y barracones, entre otros. Así, aparte de contratar el servicio de pastor, la administración también proporciona equipamientos, material y recursos durante los meses que suben a montaña, como cabañas, módulos para dormir, y utensilios necesarios para el desarrollo de la vida diaria. También facilita el desplazamiento de material y personal para la búsqueda de rebaño perdido.
Además, la Generalitat y el Conselh Generau de Aran compensan las pérdidas de los ganaderos por ataque de oso, tanto de los que se acogen a las medidas de vigilancia como de los que no. En 2017 las indemnizaciones a ganaderos por daños del oso representaron 33.000 euros, y 10.000 euros en 2016.
