La agrupación de rebaños concluye con 9 animales muertos por el oso

La temporada de agrupación de rebaños para protegerlos de los osos ha concluido con ocho ovejas y una cabra muertas, apenas un 0,16% de las 5.600 cabezas de ganado que durante cinco meses han estado vigiladas por pastores. Así lo anunció ayer el departamento de Territorio, que recordó que esta medida de la Generalitat y el Conselh de Aran es gratuita para los ganaderos y que forma parte del proyecto Piroslife financiado por la UE y que incluyó la reintroducción del oso Goiat en el Pirineo (ver desglose).

La conselleria insistió en la eficacia de agrupar los rebaños como medida de protección, y señaló que el 88% de las predaciones del oso registradas este año se han dado en ganado cuyos propietarios “rechazaron acogerse a esta medida gratuita”. En total han sido 50 ataques a ovejas y cabras que se han saldado con 86 animales muertos, según datos de Territorio. A estas bajas se suman las diez yeguas y potros muertos atribuidos a ataques de Goiat en la Val d’Aran. Este ejemplar mató a una oveja el martes en Naut Aran (ver SEGRE de ayer).

En cuanto a los animales muertos en las seis agrupaciones de Aran y el Pallars Sobirà, Territorio apuntó que algunos murieron “asfixiados dentro de un cercado” tras un intento de ataque del oso o bien quedaron fuera del recinto por la noche.

Un total de 36 ganaderos se han beneficiado de la agrupación de ganado en Gausac-Casau y Bagergue, en Aran; y en Isil, Tavascan, Bonaigua y Boldís-Àreu, en el Pallars Sobirà. La Generalitat ha destinado este año cerca de 200.000 euros a contractar pastores y a construir y equipar cabañas y barracones para ellos.