RESIDUOS DEYECCIONES GANADERAS
La planta de purín de Tracjusa no podrá abrir con las nuevas primas que prepara el Estado
Los propietarios ven inviable invertir en ella el millón de euros necesario si el Gobierno no las sube || Mientras el proyecto para obtener gas de basura está paralizado a la espera de un informe de Salud
Las nuevas primas a las plantas de secado de purines que prepara el Estado son insuficientes para reabrir la de Tracjusa, en Juneda. Así lo valora la asociación Gestió Agroramadera de Ponent (GAP), propietaria del complejo, tras examinar el borrador de la orden ministerial. La entidad señaló que el texto plantea rebajar la retribución que estas instalaciones reciben por generar electricidad a través de cogeneración, y considera que esto hace inviable la inversión de un millón de euros necesaria para activar Tracjusa. El sector ha presentado alegaciones al proyecto de la orden ministerial, pendiente de aprobación cuatro años después del recorte a las primas que obligó a cerrar las 4 plantas de Lleida.
El ministerio de Transición Ecológica incumple desde el 22 de octubre el plazo que le dio el Tribunal Supremo (TS) para cumplir las sentencias que, desde 2016, le obligan a revertir el recorte a las primas. El Gobierno lo hizo en 2017, aunque las limitó a plantas de hasta 15 años de antigüedad. Esto permitió reabrir la de Miralcamp y la de VAG, en Juneda y también en manos de GAP. En cambio, excluyó a las dos más antiguas: la de Alcarràs y Tracjusa.
El Supremo exigió al Estado aprobar las nuevas primas antes del 22 de octubre y se desconoce cuándo lo hará
La nueva orden ministerial deberá acatar un auto del TS que exige elevar a 25 años el plazo para cobrar estas primas. El borrador cumple esta exigencia pero rebaja las retribuciones. Para GAP, esto se debe a que infravalora el precio del gas natural que se usa como combustible para secar purines. La entidad señaló que esto también puede perjudicar a la planta de VAG. Sin embargo, la situación actual tampoco la beneficia: cumplirá 15 años en 2019 y dejará de recibir primas si el Estado no eleva el límite a 25 años.
Los propietarios de las dos plantas de Juneda trabajan desde 2015 en el proyecto de Nova Tracjusa, que plantea obtener gas de residuos urbanos. Pretenden evitar así la incertidumbre de depender de primas, aunque esta iniciativa ha chocado con oposición ecologista y de formaciones políticas. Los promotores señalaron que el expediente lleva meses paralizado, solo a la espera de un informe de Salud para poder solicitar autorización ambiental a la Generalitat.
VAG trata 100.000 de las 450.000 toneladas de purines que generan al año las granjas de 160 ganaderos de Les Garrigues. El GAP considera que Tracjusa es necesaria para asegurar una correcta gestión de estas deyecciones, ante la creciente dificultad para aplicarlo en fincas agrícolas como fertilizante.
Decretos estatales para “ordenar” granjas y sobre el vertido de purín El ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció ayer en el Congreso dos nuevos decretos vinculados a la gestión de deyecciones ganaderas: uno de “ordenación” de granjas, que deberá establecer condiciones para construirlas; y otro sobre “nutrición agrícola” que incidirá sobre la aplicación de nitratos y otros nutrientes en suelos agrícolas. En respuesta a preguntas del diputado de ERC por Lleida Xavier Eritja, Planas afirmó que el objetivo es “evitar la contaminación del suelo, de las aguas y del aire”. Sobre esto último, apuntó que los niveles de amoníaco en España “superan los compromisos europeos”. Durante su intervención en la Cámara baja, Eritja instó al Gobierno a restablecer el pago de primas durante 25 años a las plantas de secado de purines. También defendió su uso como fertilizante y como fuente de energía en plantas de biogás como ejemplos de “una gestión correcta, de residuo cero”.