Nueve comarcas de Lleida han perdido entre un 1,5 y un 17% de docentes desde 2010

Nueve de las doce comarcas de Lleida han perdido entre un 1,52% y un 17% de docentes desde 2010. El descenso afecta más a las escuelas de Primaria aunque la pérdida también se ha constatado en institutos, centros de adultos, servicios educativos o aulas hospitalarias. Les Garrigues ha sufrido el mayor descenso de maestros durante este periodo con un 16,63% menos, que equivale a 26,13 docentes (medido en jornadas de maestros); Aran ha registrado un descenso del 12% con 11,62 profesores y el Sobirà ha perdido a ocho docentes, que equivale a un 11,76%. En este periodo solo tres comarcas han ganado profesores: el Segrià con un incremento del 4,08%, con 51,06 profesores, el Pla d’Urgell, con 6 más, que representa un 2,12%, y el Jussà, que prácticamente mantiene a todos los profesores, con un 1,30%, y gana uno. Así lo informó la conselleria de Enseñanza en respuesta a una batería de preguntas del PSC sobre la evolución del número de maestros entre 2010-2018. El diputado socialista leridano, Òscar Ordeig, señaló ayer que “la tendencia es recortar servicios básicos en la comarca, de modo que la gente se desplaza hacia la capital y finalmente se deduce que ya no es necesario contratar a más maestros porque el servicio se ha dejado de prestar”. Por ello, pidió recuperar el número de maestros y profesores que había en 2010. Por su parte, el presidente del consell de Les Garrigues, Antoni Villas, atribuyó como causa de este descenso el cierre de cuatro colegios durante este periodo (La Pobla de Cérvoles, Els Torms, El Cogul y el Vilosell). El presidente del Sobirà, Carlos Isús, aseguró que las plazas de maestros siempre se cubren y que podría tratarse de una cuestión demográfica. Por su parte, el Conselh d’Aran no tiene delegadas las competencias en Enseñanza.

El Gobierno plantea pruebas para acceder a maestro La ministra de Educación, Isabel Celaá, puso sobre la mesa ayer el debate sobre nuevos requisitos o pruebas para ser docente y evaluaciones voluntarias para mejorar las condiciones laborales. En un foro sobre los desafíos de la educación en el siglo XXI, Celaá dijo que “existe un amplio consenso en que los docentes son la pieza básica de la calidad de la educación”. Señaló que a la docencia deben llegar “los mejores” y no aquellos que lo hacen “por avatares de la vida”, para lo que es necesario redefinir desde el acceso a la profesión a la evaluación de su quehacer. Habló de establecer algún tipo de prueba o requisito para acceder a los estudios de Magisterio y al máster para optar a una plaza de profesor de Secundaria. Sobre las evaluaciones voluntarias manifestó: “no se puede dejar de establecer un sistema de evaluación riguroso que permita a todos aquellos que lo deseen recibir una información sobre su quehacer docente y que les ayude a avanzando y mejorar las condiciones laborales”. En Catalunya, desde hace dos años los aspirantes a maestro ya deben pasar pruebas extra además de la selectividad.