RELIGIÓN POLÉMICA
Electricidad a cambio de fe
El Agrupament Escolta de Solsona denuncia que hace un año y medio que la parroquia les dejó sin luz y propone reparar las instalaciones si participan en cenas religiosas y actividades católicas || La entidad descarta esta solución y sigue manteniendo sus reuniones a oscuras
Los tiempos están cambiando. El conflicto que enfrenta desde hace más de año y medio al Agrupament Escolta Pare Claret de Solsona, el único de la capital, con la parroquia, es un ejemplo. Se remonta a abril de 2017, fecha en la que un informe desfavorable por falta de seguridad en la instalación eléctrica del local donde se reúne, propiedad de la Iglesia, comportó que las instalaciones se quedaran sin luz. “Desde entonces llevamos a cabo nuestra actividad a oscuras”, asegura la entidad.
Hasta marzo de este año se han ido sucediendo negociaciones en las que las partes no han podido llegar a ningún acuerdo. Incluso ese mismo mes un burofax ordenaba a los Escoltes cesar su actividad y desalojar el local en un mes. Pero la aparición de un documento de 1984 según el cual, la parroquia cedía, a precario, a la Agrupació Escolta por 25 años prorrogables el semisubterráneo de la casa parroquial con la condición de que “la entidad mantuviera su identidad y su carácter confesional”, “hicieron que el tema tomara un rumbo más esperanzador que nos hizo confiar en que el 30 de junio no sería nuestro último día en un local en que llevamos 35 años de los 53 que tenemos de historia”, señalan las mismas fuentes. La parroquia se comprometió en verano a pagar el coste de renovar la instalación eléctrica y a iniciar las obras en julio. Sin embargo, las obras no llegaron y “en agosto se nos comunicó que no se arreglaría nada hasta que no haya una propuesta clara y aprobada de qué relación mantendrá la Agrupació con la parroquia. Esto a 5 de septiembre”. Con el curso a punto de comenzar “se nos convocó a una nueva reunión en la que llega la madre de todas las propuestas: los 26 monitores jefe del Agrupament tenemos que asistir obligatoriamente a 12 cenas “Alpha” durante un año, es decir, identificarnos como entidad religiosa para que vuelva la luz”. Aunque las cenas se han reducido a 9, la solución de la parroquia no ha gustado nada a los ‘escoltes’. “Nuestra misión es educar a los 150 niños y jóvenes en la naturaleza y los valores del movimiento, pero no es nuestra voluntad obligar a acatar la religión a cambio de electricidad”, aseguran.
El consistorio media y pide a la Iglesia que no les expulse de la que ha sido su sede desde hace 35 años
La parroquia insiste en que vela por la seguridad de los jóvenes y que está dispuesta a asumir el coste para renovar la instalación a cambio de que el Agrupament comience “un itinerario cristiano de acuerdo con su identidad como entidad católica, aunque su respuesta ha sido negativa”. Aduce que no puede asumir un coste para ayudar a una entidad que rechaza explícitamente las propuestas presentadas para ser un “Agrupament católico” y, finalmente, argumenta, que “esta abierta a todos, aunque su misión es intentar que los grupos que forman parte de ella sigan un itinerario cristiano”, versión que apoya el Obispado de Solsona. Mientras, el consistorio intenta mediar para que los ‘escoltes’ mantengan su sede y les ofrece, de forma provisional, si no hay acuerdo, el Club Sant Jordi, la antigua Llar de Jubilats, que está previsto que en un futuro se convierta en tanatorio.