Mollerussa plantea un presupuesto de 14,8 millones de euros, un 6% menos

El presupuesto del 2019 del ayuntamiento de Mollerussa ascenderá a 14.819.302 euros, un 6% menos que el que está vigente este 2018, que fue el más ambicioso de su historia (15,7 millones) y que incluyó la reforma del centro. El capítulo de inversiones asciende a 619.000 euros (el año pasado fue de 2,9 millones) e incluye 113.000 euros para un plan de supresión de barreras arquitectónicas. Según el alcalde, Marc Solsona, el objetivo es que en 2020 se hayan eliminado todas. También contempla 120.000 euros de la primera fase del plan de mejora de instalaciones deportivas, como la piscina cubierta y los pabellones polideportivos. En este sentido, Solsona anunció que se organizará un concurso de ideas para remodelar la vieja piscina de verano que está en desuso (conocida como la de las escaleras). También se destinarán 60.000 euros a la renovación de parques infantiles, 45.000 a la calefacción del Casal per a la Gent Gran, 60.000 para renovar el césped artificial del campo de fútbol y 50.000 al saneamiento del alcantarillado de la calle Nord. Unos 120.000 euros se reservarán a la finalización de la reforma del antiguo Musicland. El capítulo de personal se incrementa un 15% y llega a los 5,7 millones. Se aumentará la plantilla con la creación de nuevas plazas para la Oficina de Atención al Ciudadano o de la Policía Local, que tendrá un total de 22 agentes.

Destinan 20.000 euros al Plan Integral de Protección Animal El ayuntamiento destinará por primera vez 20.000 euros del presupuesto al nuevo Plan Integral de Protección Animal de Mollerussa, que incluye iniciativas como ubicar un espacio municipal o comarcal como refugio de animales abandonados. Aprovechando la actuación se modifica la ordenanza de mascotas, que se adapta a la normativa y establecen protocolos de actuación en casos de maltrato o abandono, con la formación de aquellas personas encargadas de aplicarlos. También permitirá alimentar animales abandonados en la vía pública, aunque sólo podrán hacerlo personas autorizadas y acreditadas con un carnet de agentes sociales. También prohíbe la venta de animales vivos sin la autorización correspondiente.