Más de 5.600 personas en las pistas, que aguantan pese al calor

Más de 5.600 personas esquiaron ayer en las estaciones de Boí (2.500), Espot y Port Ainé (845 y 1.760) y Port del Comte (unas 500) que se suman a los cientos de aficionados al deporte blanco que lo hicieron en Baqueira. Pese al anticiclón que está dejando en el Pirineo temperaturas primaverales de hasta 16 grados en Sort o los 13 de Vielha, las pistas aguantan a la espera de que finalice la inversión térmica y vuelvan las precipitaciones de nieve y las temperaturas bajo cero que permitan poner en marcha los cañones de innivación artificial. Aunque para los esquiadores el buen tiempo es un acicate para salir a las pistas, los complejos invernales confían en un cambio de meteorología para poder hacer nieve artificial y aumentar sus dominios esquiables, en especial la estación aranesa de Baqueira, que va aumentando paulatinamente su dominio esquiable, aunque solo tiene 86 kilómetros de los 159 de superficie total. Boí es la que mejores condiciones ofrece con 90 centímetros en las cotas altas, mientras que Baquiera tiene 55, al igual que Port Ainé y Espot, estas dos últimas en el Sobirà. Sigue cerrada Tavascan a la espera de una nevada que le permita abrir puertas, al igual que la mayoría de las pistas de nórdico a excepción de Tuixent, que es la única de fondo en funcionamiento en todo el Estado. También han abierto para fin de año Astún, Cerler y Formigal, en Aragón.