Llega a Urbanismo la recuperación del pueblo abandonado de Conill

El ayuntamiento de Tàrrega ha tramitado ante Urbanismo el plan especial urbanístico para recuperar el pueblo abandonado de Conill, núcleo agregado de Tàrrega, que ha elaborado su promotor, Emili Vives. Así lo confirmó ayer el regidor de Urbanismo, Martí Pijuan, que explicó que “si Urbanismo resuelve favorablemente el proyecto, desde el ayuntamiento daremos luz verde al plan especial urbanístico y el promotor podrá iniciar las obras”. De hecho, en las cuentas del 2019, el ayuntamiento de Tàrrega ya contempla una partida de 38.500 euros para construir una tubería de unos 2 kilómetros que pretende traer agua a Conill. Vives se mostró satisfecho por el primer paso del consistorio porque “después de tres años de trámites y papeleo ya empezaba a desanimarme”. El propietario y promotor de la recuperación de Conill destacó que “la llegada del agua fue el único servicio que pedí al ayuntamiento, ya que el resto ya puedo hacerlo yo mismo”.

Por su parte, la alcaldesa de Tàrrega, Rosa Maria Perelló, apuntó que “el abastecimiento de agua es competencia municipal, por este motivo hemos presupuestado una partida al respeto”, si bien para llevar a cabo la obra, “hace falta que el proyecto del promotor esté en marcha con todos los condicionantes necesarios”.

Vives recordó que su objetivo es resucitar Conill y convertirlo en un pueblo para artistas y artesanos. Según Vives, en caso de recibir el visto bueno de Urbanismo, el proyecto podría desarrollarse “a pasos de hormiga o rápidamente”. En este sentido, dijo que “en estos momentos tengo limitaciones económicas, ya que puse a la venta parte de mi patrimonio para impulsar las obras pero por el momento no he podido venderlo”. En cuanto al proyecto de la planta de compostaje de Ossó de Sió, ubicada a escasos metros de Conill, Vives se mostró confiado en que el juez de la razón a la plataforma Salvem els Plans de Conill y anule las licencias de obras y actividades de la planta, otorgadas por el consistorio. Para Vives, “esta planta de residuos tóxicos en una zona natural protegida no tiene sentido, es una esquizofrenia, espero que la justicia tenga un poco de sentido común”.