El esquí apura una Navidad con poco más de la mitad de pistas pero muchos esquiadores

Las estaciones de esquí de Lleida apuran este fin de semana una campaña de Navidad atípica en más de un aspecto. En primer lugar, solo han podido abrir en conjunto poco más de la mitad de las pistas en un invierno que ha empezado sin nevadas y con temperaturas suaves. Esto ha provocado un descenso de las reservas de nieve en el Pirineo y los pronósticos meteorológicos no prevén precipitaciones importantes al menos hasta mediados de este mes. A esto se sumaron ayer rachas de viento que obligaron a cerrar a mediodía casi todos los remontes de Boí Taüll y cuatro de Port Ainé. La celebración de Reyes contribuye también a reducir la afluencia de público.

El sector del esquí se ha especializado ya en administrar la nieve como un recurso que escasea, ya sea aprovechando al máximo las horas de frío para producir nieve artificial o incluso, en el caso de Baqueira, trasladándola con camiones para completar y garantizar recorridos. Pese a estar muy lejos de unas condiciones óptimas de nieve, las estaciones han recibido en esta campaña navideña a numerosos esquiadores. Boí Taüll ha superado algunos días el umbral de los cuatro mil esquiadores. Grupos y familias en viajes organizados con forfait y alojamiento, a menudo reservados con mucha antelación, constituían ayer buena parte del público en esta estación.

Por su parte, Port del Comte ha recibido alrededor de un millar de personas al día a lo largo de esta semana, muchas de ellas con forfait de temporada o con segunda residencia en la zona. La estación del Solsonès, abierta en un 60%, ha tenido frío suficiente para fabricar nieve. Baqueira, que atrae alrededor de la mitad de los esquiadores que acuden a Lleida, abrió 85 de sus 160 kilómetros de pistas, mientras que Port Ainé y Espot Esquí abrieron el 64% y el 77% de su superficie, respectivamente. La primera ha llegado a colgar el cartel de aforo completo 3 días.

Tras el momento álgido de ocupación en fin de año, cuando destinaciones turísticas del Pirineo rozan el lleno, las reservas de alojamientos bajan en enero, con previsiones de entre el 40% y el 50% de las plazas.