Maials y Almatret, en contra del futuro vertedero de Riba-roja

Los alcaldes de Maials y de Almatret, David Masot y David Romaní, respectivamente, se reunieron el pasado viernes y los alcaldes de la Ribera d’Ebre con el alcalde de Riba-roja, Antoni Suárez, para mostrar su descontento por la reactivación del proyecto de un vertedero industrial junto al límite provincial de Lleida, a pocos kilómetros de estas poblaciones leridanas. Antoni Suárez se comprometió ante ellos a no dar ningún paso más en la tramitación del proyecto de vertedero de residuos industriales hasta que se haya celebrado una reunión con la Generalitat, los promotores y los alcaldes de la comarca. Así lo manifestó en el transcurso del consejo de alcaldes, convocado monográficamente para tratar la polémica. La gran mayoría de representantes municipales, a excepción de los de Ascó, Flix y Tivissa, se manifestaron categóricamente en contra del vertedero porque truncaría el modelo económico territorial basado en la producción agraria y el turismo de calidad. Unas 200 personas se concentraron ante el consell de la Ribera d’Ebre para protestar también contra el proyecto. La tramitación de la licencia de obras al ayuntamiento, solicitada el pasado diciembre, prevé una inversión superior a los 10 millones de euros. De hecho, Suárez reprochó a los ayuntamientos críticos que no se pronunciaran en contra cuando en el año 2012 el proyecto recibió la autorización ambiental de la Generalitat y, al año siguiente, fue aprobado el Plan Especial Urbanístico. A pesar de ello, situó el punto de partida para las próximas decisiones a partir de la reunión que el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, anunció para antes de terminar el mes con el departamento, la Agència de Residus, los promotores, la UTE Griñó-Urbaser, el consistorio y los alcaldes de la comarca, además de los de Maials y Almatret. Se trata de un proyecto privado sobre 34 hectáreas y con la previsión de funcionar 21 años que, de momento, no figura en la planificación de residuos de la Generalitat. Por su parte, Ecologistas en Acción denunciaron que el vertedero de Riba-roja es una nueva agresión para el territorio y supone un retroceso en la gestión de los residuos de Catalunya.