FAUNA POLÉMICA
El juez investiga el abandono de un ternero en una protesta
Del pasado agosto en la casa del Parc de Llavorsí por ganaderos del Sobirà||Denuncian maltrato animal con resultado de muerte
El ternero herido.
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Tremp ha citado a declarar el próximo 11 de febrero al presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, y uno de los miembros de la Asociación de Ganaderos del Pallars Sobirà, Francesc Bertran, por haber dejado, el 27 de agosto pasado, un ternero herido de siete meses en la oficina del Parc Natural de l’Alt Pirineu en Llavorsí en el marco de una movilización contra la presencia del oso Goiat en el Pirineo. Según fuentes de la entidad Nova Eucària que denunció los hechos, se les investiga por la presunta comisión de los delitos de maltrato animal con resultado de muerte y abandono animal. El ternero, que fue trasladado hasta estas instalaciones como protesta, fue recogido por los Agentes Rurales y posteriormente sacrificado. El ternero presentaba heridas en las patas delanteras y según explicó el propietario el animal se tenía que sacrificar por la gravedad de las heridas.
Por su parte, uno de los miembros citados a declarar de la asociación ganadera del Pallars Sobirà, Francesc Bertran, insistió ayer en que no se produjo ningún tipo de maltrato animal en la acción reivindicativa que se llevó a cabo en las oficinas del parque en Llavorsí. Por este motivo, afirmó que se personará ante los juzgados el día de la citación para “demostrarlo con informes”. En este sentido, resaltó que el único objetivo de la movilización era el de “llamar la atención” para hacer visibles los daños que, considera, ocasiona la fauna salvaje a la ganadería extensiva del Pirineo. Pere Roqué, de Asaja en Lleida, dijo ayer no haber recibido aún la citación judicial y consideró de “desproporción total” que sea el ganadero el que tenga que ir a declarar ante los juzgados. Roqué negó el maltrato animal y explicó que lo único que se hizo es dar voz a los ganaderos del Pirieno que sufren cada año las consecuencias de la fauna salvaje. No obstante, la acción llevó a la Fundación Oso Pardo a negar que un oso hubiera atacado al ternero al considerar que la rotura de las patas del ternero no se podían atribuir al plantígrado.
