El AVE gana los viajeros que pierde el tren convencional

Los trenes AVE y Avant ganaron el año pasado los mismos pasajeros que perdieron los trenes convencionales de la línea de la costa (R-13 y R-14), según los datos facilitados por Renfe. Los trenes de alta velocidad ganaron 20.000 viajeros, mientras que la línea de la costa perdió 19.400. Fuentes de Renfe aseguraron ayer que el descenso en el número de clientes se debe al aumento del volumen de pasajeros de los AVE y Avant, que pasaron de 374.000 viajeros en 2017 a 393.000 el año pasado. Asimismo, la R-13 y la R-14 recibieron hace dos años a 595.900 personas frente a las 576.500 de 2018.

No obstante, este descenso no se ha hecho notar en la línea de Manresa pese a las más de 40 averías que se registraron a lo largo de todo el año pasado (ver desglose). La R-12 ganó 5.900 clientes y llegó a los 328.300, mientras que en 2017 fueron 322.400. Además de las averías, los actos incívicos como las pintadas también provocaron que varios trenes de la línea de Manresa no pudieran salir de Cervera. En este sentido, Renfe invirtió en entre enero y junio de 2018 más de 4 millones en la limpieza de convoyes con grafitis en toda Catalunya. La directora de Rodalies, Mayte Castillo, explicó el jueves que los costes para restablecer las superficies afectadas crecieron “desmesuradamente” el año pasado.

En 2018 los gastos de limpieza de los grafitis de los convoyes crecieron “desmesuradamente”

En el conjunto de Catalunya, los trenes de Rodalies recibieron a 125,3 millones de viajeros en 2018, lo que supuso un aumento de aproximadamente 3 millones de usuarios y un crecimiento del 2,4% respecto al año anterior. Castillo, señaló que estas cifras “consolidan” el servicio tras su afectación por la crisis económica y que se alcanzan de nuevo las cifras de 2007. De los 125,3 millones de viajeros, 9,7 correspondieron a los servicios regionales, con 260.000 nuevos clientes respecto a 2017.

La R-12 ya ha registrado tres averías en lo que va de 2019 La R-12 ya ha registrado al menos 3 averías en lo que llevamos de 2019. La primera, el 3 de enero, afectó a una veintena de pasajeros y obligó a Renfe a ofrecer en autocar el trayecto entre Lleida y Cervera. La segunda fue la del pasado día 5 y afectó a la cabalgata de Reyes a Golmés, donde Sus Majestades llegaron a pie. La última se registró el sábado de la semana pasada, cuando la enésima avería provocó retrasos y esperas de media hora al raso. Esta situación indigna a los alcaldes, que han exigido en reiteradas ocasiones más inversión en esta línea para mejorar el servicio.