¿Podemos cultivar carne?

La carne de pollo ya se puede cultivar. Y es que una compañía estadounidense ha empezado a fabricar los primeros nuggets a partir de las células de una pluma de esta ave. Será sintética y producida en un laboratorio, pero es, definitivamente, carne, cuya procedencia no ha implicado el sacrificio de ningún animal. Y representa toda una alternativa en la alimentación del siglo XXI, que espera que el año 2050 la población mundial llegue a los 9.700 millones de personas.

Pero la carne cultivada es sólo la punta del iceberg. La alimentación del futuro presenta toda una serie de novedades que ayer se comentaron en la jornada técnica Retos de la alimentación del siglo XXI: de la visión global a la local, que se llevó a cabo en el municipio de Bellvís organizada por el departamento de Agricultura y el ayuntamiento. Así, la economista y responsable de Innovación disruptiva en GBfoods, Clara Bartra, explicó que el futuro de la alimentación obligará a aprovechar más los recursos agrícolas, reducir el consumo de carne roja y “reinventar” la naturaleza. El primer punto será posible gracias a la agricultura de precisión o la vertical o a través de cultivos hidropónicos (sin suelo agrícola). Según Bartra, la reducción del consumo de carne se debe a que el 40% de los cereales del planeta se destinan a alimentar animales para el consumo humano. “Se necesitan 20 kilos de proteína que ingiere este animal para convertirlo en 1 kilo de proteína para el consumo humano”. Además, criar animales destinados a la alimentación es una de las principales causas del calentamiento global y la contaminación del aire y el agua.

La biotecnología será la encargada de elaborar alimentos con los mismos nutrientes pero sin el uso de animales, y más adecuados para su consumo. “La biotecnología será la nueva medicina”, remarcó. Incluirá carne cultivada, batidos y “snacks” con todos los nutrientes necesarios, pero también será más personalizada y permitirá elaborar dietas “en función de nuestro ADN”. Bartra también remarcó que ante este panorama, la agricultura de proximidad también será relevante, ya que “la alimentación es toda una experiencia que no querremos perder”. Ésta ha sido la segunda jornada que ha acogido Bellvís, que organiza un ciclo de encuentros anuales dedicados a la agroalimentación.