Bomberos socorren a pueblos del Pallars tras las nevadas que han bloqueado sus accesos

Media docena de bomberos voluntarios del parque de Ribera de Cardós recorrieron ayer los ocho núcleos del municipio de Vall de Cardós junto con los dos miembros de la brigada municipal y el alcalde, Llorenç Sánchez, para reabrir los accesos de cada una de estas localidades tras las nevadas. A la entrada de Estaon llegó a acumularse medio metro de nieve. También despejaron el camino al ayuntamiento, el colegio y el consultorio médico ante la previsión de que el personal del consell tardase en hacerlo, puesto que hubo numerosas complicaciones de tráfico por el temporal. “Si no lo hacemos nosotros, la gente no podría salir de casa”, apuntó el primer edil.

La circulación se complicó y hubo varias incidencias. Un niño de seis años y una mujer resultaron heridos con pronóstico “menos grave” cuando el coche en el que viajaban chocó contra otro automóvil en la N-260 a su paso por Baix Pallars. El menor fue trasladado en helicóptero al hospital de Tremp y la mujer en ambulancia. Fue el siniestro más grave en las carreteras leridanas en una jornada en que también hubo una salida de la vía en la C-13 en Rialp.

El accidente en Baix Pallars movilizó a tres dotaciones de bomberos, que también hicieron otras salidas por incidencias relacionadas con el temporal. Así, retiraron un gran pino en la partida de Butsènit de Lleida, y también acudieron a reforzar elementos de una fachada en la calle Enginyer Cellers de la capital del Segrià. Protecció Civil recibió una veintena de llamadas en esta comarca y en el Urgell, la mayoría de ellas para retirar algún obstáculo en las vías o árboles caídos por el viento.

Una treintena de tramos de carreteras de Aran, el Sobirà y la Alta Ribagorça se vieron afectados por las nevadas. Fueron necesarias cadenas para circular por la C-13 en Sort; por la C-28 de Alt Àneu; en la L-500 de El Pont de Suert, en el tramo de la N-230 hacia el Balneario de Boí; y en la L-501 de la Vall de Boí al Pla de la Ermita.

También fueron necesarias cadenas entre Llavorsí y Tavascan y entre Tirvia y Àreu. Asimismo, la acumulación de nieve y hielo en la calzada obligó a restringir el paso de camiones por el Port del Cantó en la N-260; en la N-230 entre Vilaller a Vielha; en la N-260 de El Pont de Suert a Sarroca de Bellera. Esta restricción a vehículos pesados se aplicó también en el túnel del Cadí, en la Cerdanya, donde el resto de automóviles tuvieron que circular con cadenas. Asimismo, el Port de la Bonaigua en la C-28 permaneció cerrado por riesgo de aludes.

El temporal llevó también a suspender ocho líneas de transporte escolar de la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà, con un total de 125 alumnos afectados.