El atracador de Albatàrrec mató a una policía en 2012 y a un director de banco en 1985

El juzgado de guardia de Lleida decretó ayer el ingreso preventivo en prisión sin fianza para José Sánchez Piquero, el hombre que fue detenido el viernes por los Mossos d’Esquadra cuando estaba atracando a mano armada la oficina de CaixaBank de Albatàrrec (ver SEGRE de ayer). José Sánchez Piquero no es un delincuente común sino que se trata de uno de los atracadores de bancos más peligrosos y conocidos por las fuerzas policiales del Estado. Forma parte junto a sus hermanos Antonio, Luis y Pablo de un clan familiar especializado en atracos violentos y que cuenta con un amplio historial delictivo con delitos de sangre incluidos.

El hombre arrestado el viernes mató en el año 1985 al director de una sucursal del Banco General de Valencia para robar un millón y medio de pesetas (9.000 euros) y en 2012 a una agente de la Policía Municipal durante un asalto a una sede de Correos en el distrito de Usera de Madrid. En los 80 formó parte del ‘clan de los lateros’, que en 1980 asesinó en Móstoles a tres miembros de una banda rival por tema de drogas. Reside habitualmente en Zaragoza y se ha pasado media vida entre rejas.

En octubre de 2017 fue detenido por la Guardia Civil junto a su hermano Luis y otras tres personas por atracos a bancos en Belorado (Burgos), Navarrete (La Rioja) y Puente Viesgo (Cantabria). Los investigadores afirmaron entonces que los asaltos son “su única fuente de ingresos, principal sustento y modo de vida diario. Solo cesaban de su actividad cuando eran privados de libertad”. Un año antes también fueron detenidos como presuntos autores de nueve atracos entre febrero de 2015 y octubre de 2016, que cometieron, según la Policía y la Guardia Civil, en entidades de Pobla de Tornesa y San Mateo (Castellón), Tortosa y Montblanc (Tarragona), Nájera (La Rioja), Miajadas (Cáceres), Motilla del Palancar (Cuenca), Mieres (Asturias) y Torralba (Albacete).

Los investigadores aseguran que “van siempre armados y no dudan en disparar antes de huir”. Por fortuna, el viernes se entregó después de que los Mossos le sorprendieran todavía dentro del banco después de que los empleados activaran el botón del pánico (pulsador de emergencia). Llevaba una pistola cargada con munición. La policía también desplegó un amplio dispositivo por la localidad y los alrededores por la más que posible presencia de un segundo implicado en el asalto que tendría la misión de facilitar la huida del Sánchez Piquero, que nunca actúa solo.