ECONOMÍA TRIBUTOS
Hacienda aflora 15.200 inmuebles en un año en 61 municipios de Lleida
Finaliza tras un lustro el proceso de regularización, que saca a la luz 59.900 bienes
La dirección general de Catastro puso fin el 31 de diciembre al largo proceso de regularización de bienes inmuebles en Lleida, que ha llevado a aflorar en cinco años un total de 59.900 bienes. La mayoría son construcciones no declaradas, pero también hay obras o piscinas. Esto llevará a encarecer el recibo del IBI unos 159 euros de media.
El ministerio de Hacienda ha incorporado en el último año en los registros del Catastro hasta 15.235 inmuebles en un total de 61 municipios de Lleida, con los que concluye un largo proceso de regularización de bienes inmuebles iniciado en 2014. Después de cinco años, los 231 municipios de Lleida han aflorado hasta 59.900 bienes inmuebles, de los que cerca de la mitad son construcciones que no estaban dadas de alta, o bien porque aún no se habían construido, o bien porque no se habían declarado y, por lo tanto, no contaban a la hora de calcular el Impuesto de Bienes Inmuebles. Por ejemplo, un edificio en el que se ha construido una planta más; una piscina no declarada o un local que tributa como almacén y tras un cambio de usos es una oficina bancaria. Según fuentes del ministerio, muchos son bienes que estaban catastrados como solares, sobre los que se ubicaban construcciones en realidad que no tributaban. En Lleida, afecta especialmente al ámbito rural, donde se han regularizado 22.370 inmuebles desde 2014. Al margen de los nuevos inmuebles, un 21% de los bienes regularizados en estos cinco años son ampliaciones o rehabilitaciones de construcciones ya registradas en el Catastro, cuya actualización implica un incremento de valor. Otro 28,67% son reformas y cambios de uso y un 2,67 % son piscinas no catastradas, lo que equivale a unas 1.600.
MunicipiOs Y bienes inmuebles regularizados
Agramunt (228); els Alamús (147) ; l ’Albagés (142) ; Albatàrrec (161); l’Albi (503); Alcanó (70); Alfés (93); Almatret (347); Arbeca (662); Artesa de Lleida (133); Aspa (78); Aitona (663); Bovera (153); les Borges Blanques (260); Castelldans (332); Cervià de les Garrigues (294); Ciutadilla (241); Clariana de Cardener (90); el Cogul (154); la Floresta (132); Fulleda (92); la Granadella (314); la Granja d’Escarp (242); Granyena de les Garrigues (169); Juncosa (498); Juneda (554); Lladorre (42); Lladurs (111); Llardecans (297); Maldà (99); Massalcoreig (188); Maials (245); Miralcamp (395); la Molsosa (77); Montoliu de Lleida (97); Nalec (157); Navès (299); els Omellons (151); els Omells de na Gaia (174); Pinós (174); la Pobla de Cérvoles (156); Bellaguarda (123); Puiggròs (158); Puigverd de Lleida (215); Sant Martí de Riucorb (267); Sarroca de Lleida (174); Seròs (826); el Soleràs (249); Soses (503); Sudanell (242); Sunyer (130); Tàrrega (293); Tarrés (44); els Torms (121) ; Torrebesses (156) ; Torregrossa (627); Torres de Segre (556); Verdú (466); el Vilosell (123); Vinaixa (184); Gimenells i Pla de la Font (404).
La dirección general del Catastro ha llevado a cabo esta regularización a través de inspecciones sobre el terreno, fotografías, imágenes de satélite y drones. Sus responsables comunicaron al organismo de Recaudación de la Diputación de Lleida, encargado del cobro de la mayoría de impuestos municipales en las comarcas de Ponent y el Pirineo por delegación de los ayuntamientos, que esta última revisión implica un incremento medio del recibo del IBI de 159 euros. También permitirá que todos los vecinos de un municipio paguen por lo que realmente tienen y los ayuntamientos lleven a cabo políticas fiscales reales, señalan fuentes del organismo de Recaudación consultadas. A menudo, estas políticas se traducen en reducciones del tipo impositivo para compensar el incremento del valor del inmueble, de modo que se reduzca el impacto final en el recibo del IBI. Por ello, se da el caso de que algunos vecinos han acabado pagando menos por este impuesto incluso tras la regularización.
Por ejemplo, en el caso de Aitona, se han regularizado 663 inmuebles, de los que el 80% figuran por primera vez en el Catastro. Además, hasta 504 (un 76%) son bienes rústicos, el ámbito en que se encuentran buena parte de los bienes aflorados, tal y como ha denunciado reiteradamente el sector, que cuestiona que regularizaciones desmesuradas. El ayuntamiento de Aitona ha rebajado el tipo que se aplica al IBI de rústica del 0,70 al 0,60 para reducir el impacto sobre el recibo.
En Agramunt, han aflorado 228 inmuebles, el 50% rústicos. El ayuntamiento ha decidido en este caso congelar los tipos aplicados al impuesto.
El recibo medio en Lleida ciudad, unos 460 euros A pesar de que el recibo del IBI puede variar mucho según el inmueble que grave, la media en Lleida ciudad con datos de 2016 ronda los 460 euros. Aún así, en el caso de la capital (tradicionalmente una de las de todo el Estado con este impuesto entre los más caros) el Impuesto de Bienes Inmuebes oscila entre los 1.400 y los 280 euros, según el barrio de que se trate, lo que implica que el más caro multiplica por cinco el recibo más barato. Entre municipios, las diferencias por el impuesto varían también y alcanzan máximos de 500 euros según dónde se resida. Lo más habitual es que cuanto menor sea el municipio, más baratos son sus impuestos, no solo los que gravan las propiedades, sino también el de vehículos. El ayuntamiento de Lleida pone al cobro cada año más de 50 millones de euros por este concepto. En el caso del organismo de Recaudación de la Diputación, pone al cobro recibos de IBI urbana y de rústica por unos 80 millones de euros (72 y 8, aproximadamente). El organismo provincial tiene delegado el cobro de estos impuestos por parte de casi 230 ayuntamientos de Lleida, es decir, la práctica totalidad.