TRIBUNALES ABUSOS A MENORES
El presunto pederasta de Bellvís, de 87 años, ante el tribunal: “yo no sé nada”
“No sé nada de nada”, “no me pregunte muchas cosas” y “estoy ciego y no puedo caminar”. Estas son algunas de las desconcertantes respuestas que dijo ayer ante la Audiencia de Lleida el anciano de 87 años acusado de hacer tocamientos a una niña de seis años en Bellvís en el año 2015. Fue al inicio de un juicio que el tribunal decidió aplazar hasta conocer el estado mental del acusado, que va en silla de ruedas y será sometido a un nuevo examen forense. La última valoración médica, del año pasado, solo alertaba de un leve deterioro cognitivo debido a su edad.
La Fiscalía se opuso al aplazamiento al considerar que la actitud del acusado “no es más que una estrategia”. Tampoco lo había solicitado su abogado, que se mostró sorprendido por lo sucedido.
La acusada, que era la canguro de la niña, siguió el juicio desde un juzgado de Rumanía
La vista comenzó con más de una hora por la ausencia de una traductora de rumano para asistir a la acusada, que era la canguro de la víctima y que siguió el juicio por videoconferencia desde un juzgado de Rumanía. Finalmente, el tribunal decidió aplazar la sesión hasta el próximo 11 de marzo. Antes deberá determinar el estado mental del acusado.
La Fiscalía solicita sendas penas de seis años de prisión y ocho años de libertad vigilada para la mujer y el presunto abusador. Los tocamientos, según el Ministerio Público, tuvieron lugar en al menos tres ocasiones. La mujer era la canguro de una niña de seis años y, “puesta en previo y común acuerdo” con el presunto pederasta, “llevó a la perjudicada a la terraza de un bar dejándola en manos del acusado, conociendo la naturaleza del contacto físico que éste iba a realizar sobre la menor”, y se quedó en el lugar “realizando labores de vigilancia”.